martes, 27 de diciembre de 2011
CON LA COPA Y EL GOLEADOR
Cerca del medio día el calor era casi insoportable, eso no era impedimento para que centenares de fervientes hinchas del futbol, se reunieran a gritar por los ídolos del momento, a esa hora nada importaba, los gritos y el ruido de la barra bullanguera se escuchaba por todos lados, banderas al viento y el color azul se paseaba por todos los rincones de la gran plaza de la Constitución , la casa de gobierno se engalanaba para recibir a los ganadores de la copa Sudamericana 2011, la emoción de los hinchas inundaba el aire de esa tarde, era la hora fijada para que el gran campeón del futbol chileno, llegara al Palacio de La Moneda, en su interior el Primer Mandatario esperaba a los jugadores azules, entre toda la muchedumbre, un ferviente hincha, frotaba nervioso sus manos esperando el momento para poder saludar a los integrantes del cuadro universitario, este día, la diosa fortuna lo había premiado dándole la oportunidad de estar muy cerca de los ídolos del momento. Al interior del Palacio reinaba la emoción, los minutos pasaban y crecía la expectación, cuando el reloj marco las catorce horas, junto con la furia de los rayos del sol, apareció el Presidente junto a los jugadores, el ambiente se llenó de gritos, aplausos, canticos y diferentes manifestaciones, el joven hincha aplaudió a rabiar, junto a otros fanáticos empezaron a saludar a cuanto jugador paso a su lado, vinieron los autógrafos y las fotos, esta oportunidad no se podía dejar pasar, Rivarola, Herrera, Canales y cada uno de los astros del conjunto azul se fueron acercando para saludar a los fanáticos, de pronto se acercó el goleador, Vargas estaba junto a ellos, y como para completar el cuadro final, traía en sus manos el gran trofeo, el joven azul no dejó pasar la oportunidad, antes que el ídolo se alejara, dio un fuerte grito para llamar la atención del goleador, Vargas con la copa en sus manos no titubeo ni un segundo, dio un giro como si fuera a poner la bola en el fondo de las mallas y quedó dispuesto para la foto con su fanático hincha azul.
Adonis Palomar
viernes, 25 de noviembre de 2011
UN HADA, UN DUENDE Y UNA REALIDAD
El tiempo corre de prisa en medio de los agitados días de fin de año, casi todos los mortales de esta tierra, prenden sus fuegos en torno al estrés del fin de temporada,el mundo es como aparece en cada jornada, pero en medio de la verdadera realidad, pasa desapercibido el mundo de los cielos invisibles de la fantástica irrealidad, es así como me encontré caminando en medio de sueños de media noche. Pasé en medio de mis huesos y caminé sin mis zapatos para encontrarme de pronto en un camino de Hadas, Enanos, Duendes, Princesas y todo un enigmático mundo de la nube que uno cree que no existe, pasó el tren de las pequeñas cosas y me senté detrás de la puerta a ver el dilema de vida real de lo irreal, en cada alegría existe una amargura, ella, una pequeña y estilizada Hada, él, un simpático Duende, la música se detuvo por algunos segundos, -cualquier circunstancia, la que sea, todo está a nuestro alcance- dijo el duendecillo, -ya tendrás ocasión de demostrármelo- dijo ella,-eres bien aventurada en tu reino- replico el pequeño de gorro verde, -cada loco con su tema, contra gusto no hay disputa, eres un pequeñín y yo una linda Hada, soy partidaria de las voces de la calle y tú, que, que, que-, la razón parecía no estar en el aire, los amigo, los compañeros, los amantes, estaban entrando en el mundo de los terrenos reales, se mostraban humanos y no imaginarios personajes de nuestros sueños, faltaba la risa para echar a andar las ilusiones, un día más, todo pasa y nosotros también, el mundo de los sueños vive sus pompas de jabón, que es la realidad y la irrealidad en medio del suspiro de la felicidad, la senda de los poetas, los soñadores, las fantasías, todos viven en medio de los cantos de peregrinos, el irreal mundo también vive sus encuentros, el Hada feliz y el travieso Duende, se encuentran con los momentos de fuerzas bestiales, ellos se debaten por sobrevivir como niños silvestres en medio de las calles de los mortales humanos, por la noche esconden sus privadas vivencias y saltan a los caminos de nuestras desesperanzas y frustraciones, guardan sus penas e intolerancias, y en medio de oscuridades encienden sus almas para dar alegría a las exóticas sombras humanas, regalan canticos, saltos, risas e historietas, echan a correr la liebre y corren la cortina para dar paso a las ilusiones que traen de la mano los sueños nuevos, renacen las estrellas y dejan saltar al universo de nuestro real mundo, su irreal y fantástica fantasía, allí van, Hadas, Enanos, Duendes, Princesas y todo el enigmático mundo de la nube que uno cree que no existe, salpicando nuestras penas y tristezas, los momentos que necesita el acalorado y trastornado mundo real, vive gracias a los personajes de nuestros sueños, ellos, seres fantásticos, viven su mundo real dentro de su inexplicable irrealidad, sorbos cortos de madrugada y saltan las fantasías de miles de personajes que tienen realidades tan propias de un mundo de sueños.
Adonis Palomar
martes, 22 de noviembre de 2011
SINTIENDOTE
Como espuma que se desvanece entre las manos, el alma espera la respuesta de los débiles pensamientos, somos simples seres humanos que caemos en errores que solamente debilitan nuestra existencia, ¿qué podemos hacer?, sufrir, amargarnos, irritarnos, desaparecer, o simplemente pensar y volar con el amor que puede aflorar sin sentir dolores ajenos, nada es inútil cuando creemos en que la verdad es más que la mentira, escondidos amontonamos la paciencia en medio de la eterna tempestad, con fuerza tus ojos ven la neblina de la madrugada, la calma de tu pensamiento juega con el despertar de la luz del nuevo día, así el alma nace y camina cuando la tarde se torna agradable y perfumada, el buen espíritu nos engrandece con la tranquilidad y nos viene a buscar sereno y pasivo, respira ahora, respira muy hondo, siente el frio aire de la alta montaña en el tumulto de la muchedumbre, los diferentes adjetivos se cruzan y se entrecruzan, aquellos pensamientos, la gente encantadora poco sabe de los ciudadanos de salón, verás que nueve de cada diez estrellas son agua profunda, es mejor comprar el boleto con ida y regreso, las pequeñas cosas nos dejan tiempos de rosas y dulces sueños, las hojas de otoño no son arrastradas en este tiempo, el sol nos guiña un ojo y saltamos por sobre la música de la tierna primavera, así es en medio del edén, quizás te convenga reír cuando el grito del ser necio se atraviese en el pensamiento, en esos momentos la mariposa del reino de occidente brillará sin pedir nada a cambio, yo te miro y recuerdo el lunar de tu cara, y bueno pues, que mas, nada va de contrabando, menos nuestro amor, cada uno a lo que se tiene que hacer, yo enciendo el sol y tu sube la espuma de la nube, juntos cantemos la mañana, dibujaremos el movimiento al color de los montes de nuestras vidas, encontraremos el nuevo día, lo demás nos puede agotar, pero nunca derrotar, un día más tiraremos para adelante, todo está listo para el nuevo mañana, está allí, yo lo veo y quizás tú también, suena la melodía que siempre ha venido junto a nuestros cuerpos, es un invento de la vida, es un invento del manojillo de nuestra verdad, eso somos, un tablao donde cada noche bailaremos el ritmo de nuestro canto, así va el pensamiento del alma, enérgico y dulce, dos más dos y son cuatro, eso suma nuestra vida, venciendo los temblores y sucumbimos en nuestros brazos.
Adonis Palomar
jueves, 27 de octubre de 2011
EL ESQUIVO BAILARÍN
Cuando la noche empezaba a caer en la gran ciudad, el ritmo de la música, se apoderó de los espíritus de los asistentes al gran concierto de las orquestas juveniles bicentenario, todo hacía presagiar que la presentación de los jóvenes músicos, sería todo un éxito, la jornada se inició con la interpretación de variadas piezas musicales de corte clásico, el público se encontraba ensimismado por la gran presentación de los noveles intérpretes, en la medida que pasaba el tiempo, el ritmo fue cambiando y contagiando a los asistentes con un repertorio de corte popular, las palmas y los cantos empezaron a calentar el ambiente, poco a poco todo se fue llenando de emoción, dando paso a un bailoteo general, todo se inundó de alegría y la festiva presentación cumplía con creces las expectativas, la gala era todo un éxito, cuando todo el mundo gozaba del candente ritmo, llegó lo inesperado, entre los invitados se encontraba la anfitriona del gran movimiento musical, Cecilia Morel, la esposa del Presidente de la República, junto a ella el ex Presidente Ricardo Lagos y su señora, todos bien compuestitos gozando animadamente de los ritmos salseros que a esa hora llenaban cada rincón del recinto, en un momento de la jornada, el director de la orquesta dio una señal y resonó el ritmo de la “cumbia”, la Primera Dama se contagió con la música y animadamente empezó a seguir los compases de “El Galeón Español”, cuando todos se movían animadamente, Cecilia Morel, de reojo miró al ex Presidente Lagos, quien también seguía el ritmo con un sobrio movimiento de pies, la Primera Dama se levantó de su asiento y estirando su mano, invito al ex Mandatario a demostrar sus dotes de bailarín, Lagos, quien nunca había bailado en público, algo sorprendido, saltó a la pista, juntos gozaron como cabros chicos del ritmo cumbianchero, por largo rato todos celebraron la simpática y entusiasta participación de la Primera Dama y el Ex Presidente de la República, la jornada se cerró con un cerrado aplauso para los jóvenes músicos y los improvisados bailarines.
Adonis Palomar.
miércoles, 26 de octubre de 2011
LUSTRÍN DE ESPERANZAS
Niño que lustras las esperanzas, estás en cualquier calle, en cualquier esquina, en cualquier vida, espantas al hombre que camina oscuro, tus manos sacan el brillo del alma, con exótica destreza sacas las sombras del espíritu del villano, tus manos traen un sueño, una ilusión que florece con amor, recitas viejas coplas, entre bambalinas de la calle oscura, sacas brillo a cada calzado humano, pequeño lustrabotas, estas aquí o allá, la vida te lleva de un rincón a otro, recorres entre escalinatas y mueves tus manos con un nuevo sueño, vienes conmigo y vas con aquel, el tiempo te marca la carrera con el pájaro azul, eres anónimo en medio de la carrera de la inmensidad de la noche, cuando no estas, siempre estás, el ritmo de tus pequeñas escobillas, levantan el telón del nuevo día, sacas de paseo a los calzados del pobre, del anciano o de la pequeña que actúa en el sagrado corazón, cualquier momento es el ideal, miras por la ventana, peleas para que tu lustrín lleve el betún que cualquiera pueda necesitar, en cualquier momento puede ser un gran día, apareces y brincas a la magia del brillo, el resonar de tu cajón, hace ritmo con un giño de la propia vida, cuando se debe pagar, el aire es natural y reconforta, resuena en el aire la música de tus pensamientos inocentes, combinas el golpeteo de las latas y las viejas escobillas, estas entre dos estaciones, en medio de callejuelas aprendes a volar, te pierdes en la vida de todos y vuelves por la noche a tu casa de madera, te veo de pronto y casi siempre, cuando tengo la tristeza del organillo, recurro a tu humilde cajón, poso mis calzados y dejo corre mis pensamientos, cierro los ojos y soy feliz, sin querer se abre la luna, los sentidos ya no juegan a los juegos prohibidos, la pasta se desliza por los zapatos del alma, y doy gracias por estar nuevamente con el lustrín de la esperanza.
Adonis Palomar.
martes, 25 de octubre de 2011
COMPAÑERA INTERESTELAR
Como una estrella que vagabundea por los diferentes planetas, te busco, quizás estés entre adjetivos que se precipitan en mundos extraños, se cruzan y entrecruzan mundos donde te escondes, si quieres ser mi compañera interestelar, sin miedo ni soledad, tienes que venir sola y encantadora, sin comedias de otras galaxias, tendrás hijos predilectos, no tienes que seguir dando tumbos entre cobijas selenitas, si estas preparada para llegar a mi mundo te puedes sentir segura, debes seguir el perfume de algodones puros y sin alborotos de poblados perdidos, debes dejar de un solo golpe a extraños que quieran tocarte, voy siguiendo los diferentes puntos cardinales, besos de diversas bocas se ofrecen, en medio del espacio tus pezones deben florecer como mil amores, sentidos de cuerpos que se toma con apetito de sentido espacial, te escribo desde un área del mundo lejano, me llaman por cobro revertido y siento galácticas palabras tuyas, probablemente pueda hurtar algunas flores para dar de comer a quien me acompañe en esta loca aventura, soy lo que soy, te puedo esperar en medio de astros y mundillos, pero si no te enteras que la nave se va cuando tiene que partir, te quedas en medio del espacio y sabrás tu del resto de tu viaje, te podrás agarrar de los pelos, podrás experimentar diferentes sensaciones y quizás grites por alguna noche de pasión, pero lo que llevas adentro es y será mío, y el infinito no podrá negarlo, compañera interestelar, en un espacio indescriptible decidiste llegar a mi camino, hoy no se por donde vagas, quizás te llegue un mensaje que te invite al viaje final, si no lo quieres escuchar o ignoras el ultimo llamado, podrás seguir bailando encerrada en tu piel, pasaran almas por los mundos que visites, los diferentes viajeros, los piratas de otros mundos o quizás los enigmáticos brujos del infinito, no te darán mis coordenadas, no te dirán de mis soledades, por mas que te remoces perderás tu zapato y no veras el sendero espacial, en un amable burdel podría estar gozando de verdaderas compañías, pero no podrás encontrarlo jamás, las noches estelares guardaran entre velas mi personal refugio, ya no habrá otro viaje, este lo reservó el destino para el final, podrás seguir danzando en el espacio eterno, pero tu baile ya no será el mismo de ayer, serás una bailarina mas, ya no serás mi compañera interestelar.
Adonis Palomar.
viernes, 21 de octubre de 2011
SI PREGUNTAN POR MI...
Con la rapidez de nuestro tiempo, los días ya no caminan, corren presurosos por llegar al otro extremo, otra semana ha pasado, recorrió los deambulares de la vida de todos, entre calles y callejones, entre risas y llantos, entre ellos y ellas, entre tú y yo, los días de euforia y trajín mental, pasan como si el fin estuviera más cerca que el inicio, la vida sigue hurgando entre recuerdos y vivencias, sabe muy bien que la claridad es más reciente que la oscuridad, así vamos día tras día, semana tras semana, mes tras mes, año tras año, vida tras vida, es el meollo de la existencia humana, no alcanzamos a ver lo que la luz de la vida nos trae al amanecer y ya estamos en el nuevo día, rapidez e inmediatez que no permite amar lo que en verdad debemos amar, la leche humana es para vivir y escuchar nuevamente la melodía de la música de la mañana, tratemos de no equivocarnos, ojala que nuestros ojos y nuestra voz escuchen los gritos de esperanza de otra semana que se va. No pienso perder tiempo por absurdos egoísmos y trancas de los rincones grises, si preguntan por mí, no le digas donde fui, estaré donde solo tu sabes que existe algo de luz, es el fin de semana que reviviré los sueños del ayer, veré cada rostro que muestre el verdadero vivir, a tu lado no estaré, pero sabrás donde iré, quizás piense en los lindos bajitos y en los cachorros que impulsan diariamente la carrera de la vida. Entre cosas que andan por la calle del ayer, del hoy y del mañana, no nos damos cuenta de las satisfacciones que menean los gestos de cada humano en la tierra de la deshumanización, los que por un bien domestican a los animalillos que van de carrera, están con el silencio del tiempo y la graciosa risa de la pequeña Nena, quizás ella, que estuvo en un zaz de mi vida, hoy esté mirando desde lo alto de la montaña, podrá decir te quiero, podrá decir creo en ti, es así, ella es parte de mi vida, es parte de una existencia que ya paso, estuvo en un destello de vida, ahora tal vez camine por allá, lejos en las montañas del desierto nortino, tal vez yo no exista en su pensamiento ni en su corazón, pero es parte de la vida que de prisa corre, otro fin de semana nos ofrece compañía, que ofrecemos nosotros a la vida que pasa de prisa, por la vereda de enfrente marcha el tiempo, por acá, vamos los que queremos encontrarnos con él, cruzar la calle es fácil, lo importante es saber por qué queremos cruzar, al estar al otro lado, el tiempo no se puede perder, él corre sin esperar nuestra decisión, si queremos vivir, debemos saber por qué vivir, la claridad de nuestros pensamientos, es la esperanza que tiene nuestra alma para dar alegría a nuestra razón de existir, este fin de semana volveré a respirar, iré donde solo tú sabes que iré, ese lugar secreto donde guardo el aire puro que me permite vivir, el pasado, el presente y el futuro, se junta para dar impulso a la carrera que se debe seguir, si preguntan por mí, no digas donde fui, estaré donde solo tú sabes que existe algo de luz.
Adonis Palomar.
martes, 18 de octubre de 2011
JUSTIN UNA EXPERIENCIA PARA NO OLVIDAR
Después de las carreras y los gritos, después de la risa y el llanto, pareciera que la tormenta ha pasado y lentamente viene la calma, las fanáticas del ídolo juvenil del momento, calman sus emociones. Fui participe directo de esta avalancha emocional de miles de jovencitas que pasaban del delirio a la euforia, por su ídolo canadiense. Ya han pasado 3 días desde el concierto de Justin Bieber, recién ahora pareciera ser el momento en que se puede recomponer tranquilamente la historia, el recuento es más placido y relajado. Las horas previas al magno evento, todo era locura y desesperación, todo daba lo mismo, de hecho muchos papás y mamás, tuvieron que dejar cosas de primera instancia, para estar preparados para soportar el ataque de fanatismo que se avecinaba. La tarde del día viernes frente al hotel en que se suponía alojaría el joven cantante, era un mar de canticos y gritos, llegué a buscar a mi fanática particular como a eso de las 19:30 horas, en el ambiente todo era emoción, los desconcertados transeúntes miraban a las fanáticas y de reojo a los papás que trataban de ubicar a quien fuera ubicable, yo en medio de ese tumulto logre dar con una de ellas, luego de volverla a tierra, caminamos en dirección al tren metropolitano, el camino se hizo corto entre una y otra conversación, por supuesto el tema no era otro que la joven figura del cantante, antes de llegar a nuestro destino final, compramos el cocaví para preparar el cargamento del día siguiente. La noche paso como un soplo, a las 5 de la mañana el agua de la ducha ya corría como si fuera el día final, mientras mi damita preparaba la mejor pinta para el recital, yo corría entre los sándwich, los jugos, las galletas y algunas otras cosas más, para darle más emoción, de pronto el teléfono resonaban, alguna amiga llamaba para que ningún detalle se fuera a olvidar, como a las 7 ya caminábamos rumbo al tren, luego de un rato ya estábamos en medio del griterío, entre carpas, sillas, quitasoles y un cuanto se pueda imaginar, la fiesta pronto se podría iniciar, entre tanta fanaticada yo parecía estar de más, al partir, escuché a una abuela comentar, -“las entiendo, cuando yo era joven también me emocioné, cuando vino Jorge Negrete, casi loca me volví”-, después de reír un rato, lentamente me alejé, volví por la tarde a dar un vistazo final, en la calle ya no quedaba nadie, el recital estaba por empezar. La noche caminaba rápidamente cuando al estadio volví, nuevamente estaba todo repleto, eran los papás, tíos, amigos, y todos los que venían a esperar, el final de la historia cada uno la puede inventar, la fanática que yo iba a buscar, entre lágrimas la pude localizar, la emoción y la alegría casi no la dejaban hablar, a esa hora casi todo daba igual, mi pequeña lo había pasado genial, que más podría importar, al final un buen recuerdo a nadie le hace mal.
Adonis Palomar.
viernes, 14 de octubre de 2011
MEMORIAS DEL DUENDECILLO DEL TIEMPO
El viejo duendecillo de la memoria, viene y va por la vida, resucitado entre polvorientas historias da rienda suelta a sus relatos, el aroma a cazuela, a pollo arvejado o a simple comida casera, se viene de golpe a la memoria, que exquisiteces, ¡um! recuerdos de sabrosos olores, sabor de amores, en el sur o en cualquier punto cardinal, sale el sol y vamos buscando los besos espirales, simples instantes que vive el hombre común o esa sencilla mujer en el capullo de su caserón, viejo duendecillo, das saltos y brincos en medio de la planicie, entre montes y pastizales, vas de puntillas entre callejuelas y grandes avenidas, pones oído al bullicio que despierta al perro que duerme plácidamente en el atardecer de otro fin de semana. Pones rumbo al horizonte, al levantar la vista ves el sol resucitado y das rienda suelta a los relatos del amigo encantado, en un soplo de pensamiento cuentas que tus historias no son leyendas, que no ocultas secretos, viajas con las estrellas en el firmamento y relatas lo que has visto en tu paso por el tiempo, vas lejos y vienes de cerca, vas lento y muy de prisa, tienes tu vieja y luminosa casa entre las lomas de Cundera, pueblecillo donde se conoce cada hierva y cada matorral. El caprichoso amigo de las historias de miles de hogares, viaja por la senda de la vida anotando en su polvoso libro de cuentos, apunta cada detalle que observa en su deambular por barrios y poblados de fantasmas del mundo actual, lengüetea su puntiagudo lápiz y sentado sobre una negra nube, sigue su relato, en esa pequeña cabaña, un gato gordo y negro, duerme al lado de un fogón, a su lado una vieja da puntada tras puntada a unas calcetas, más allá una pequeña tetera lanza un fuerte vapor, es un suspiro de vida, en el reflejo del apartamento en la luminosa ciudad, ella y él van arropados buscando traspasar la fría madrugada, el amigo duendecillo, da un sorbo a su granuloso líquido y observa la ventana de enfrente, cauteloso deja caminar el tiempo, cuatro pequeños corren tras una vieja pelota roja, una joven mujer los mira y en silencio da unos graciosos sorbos a lo que parece un cálido tazón de sopa, por largo rato yo y mi amigo contemplamos embelesados la escena, la paz del entorno carcomía mis pensamientos, los minutos y las horas fueron transcurriendo a medida que recorríamos pasajes, calles, senderos y un sinfín de poblados, no es que me haya vuelto imbécil de repente, pero de tanto deambular, me surgían cada vez más interrogantes, que se escondía en el misterioso libro de escrituras del amigo duende, donde quedo el verdadero sentir de hombres y mujeres de este mundo, por que encontrar escenas de verdadero romanticismo es como encontrar una historia de fantasía, la soledad que se apodera de los pensamientos y sensaciones, es el plato común de la bacía vida de los seres de esta sociedad, cada día, cada noche, es más fácil encontrar en la esquina de cualquier calle, el caminar solitario, la desesperanza, la angustia, la risa falsa, el amor de momento, lo rápido y liviano, eso que hace que el valor y el sentimiento puro se desvanezca como agua entre las manos. El intrépido lápiz sigue en su escritura infinita, el duendecillo me mira de reojos y se interna entre las páginas de la vida de cualquiera, no son mis pensamientos ni tampoco los tuyos, es el simple designio de la vida, que simple seria vivir si quisiéramos vivir, que hermoso seria amar por amar si quisiéramos amar, que sincera seria la verdad si no quisiéramos mentir, que fácil sería la vida si no la hiciéramos tan difícil. La verdad de la existencia se puede ver cuando la queremos ver, entre páginas y páginas del polvoso libro del duendecillo del tiempo, surgen las inquietudes y verdades de la vida real, somos como somos, no como queremos ser, la verdad de nuestra existencia, la conocemos aunque neguemos su realidad, podemos buscar eternamente lo que nunca encontraremos, lo que dictan nuestros sentimientos son la verdad de nuestro corazón, la vida de cada uno, está en las páginas del misterioso libro, creer que somos de otro lugar, o que en el escrito no podríamos estar, es desconocer la vida real, nuestros pasos del pasado al presente van, de aquí un salto al futuro tendrán que dar, cada día, cada página, es parte de la vida de cada cual, el duendecillo del tiempo en sus escritos siempre nos va a incorporar, ahora lo que nos toca realizar, es saber por dónde debemos caminar.
Adonis Palomar.
jueves, 13 de octubre de 2011
LA FELICIDAD Y EL VIEJO MADERO
Viejo madero, tu que sabes de la vida tanto como el anciano de ese poblado perdido, escarba en lo más profundo de las inseguridades de los caminantes. El miedo nunca es inocente, podemos musicalizar la armonía de nuestras vidas y el viejo madero indicarnos el verdadero camino a seguir, no encontraremos el sendero adecuado si en el interior de nuestra alma no plantamos la pausa y la sinceridad de nuestros sentidos. Nunca caminaremos con pasos firmes y seguros, si la verdad no está antes que la mentira, las banalidades son como dos pasos en falso, cuando el sentimiento es verdadero y traspasa las murallas de la sinceridad, dos lagrimas valen más que una leve sonrisa, el olvido solo se lleva la mitad de las sombras, la otra mitad depende de nuestros sueños y profundidades, noche tras noche el verso que brota entre naves que van en medio de sueños perdidos, buscan arribar a un puerto seguro. Adormecido vuelve el olor de tu cuerpo, lo sencillo es el manjar que se pierde cuando no valoramos lo verdadero, puede ser una tarde de lluvia o una primaveral, podemos tener idénticas sensaciones o fragilidades, pero el ver desde lejos la felicidad no es particular, un pequeño trozo de pan, un gran protocolo, una distinguida colección, fanfarronear con el mejor trozo de carne en ropajes de seda, el experimento por el aroma sensual y seductor, el perdón propio y el de quien corresponde, el reconocimiento de los errores propios antes que el error ajeno, pocos niños y otros más, con pactos y tratados qué más da, puede ser algo muy personal, pero cuando suavemente apoyamos las sensaciones entre melodías que contagian, no se puede reclamar por una verdadera felicidad, que es de ella si no sabemos cómo es, no la reconocemos si pasa por nuestro lado, el músico puede parir junto a nosotros y no nos daremos cuenta, la verdad del sentimiento, do, re, mi fa, quizás qué más da, con la angustia del último movimiento será dispar si no la reconocemos, felicidad, señora de distintas edades, eres como palabra con sentido universal, en el umbral de cualquier puerta se puede borrar la última huella, al volver la cabeza, podremos quizás ver que la niña ya no duerme en casa, el reloj que daba las diez estará golpeando en otra inmensidad, la felicidad puede estar lejos, pero puede estar aquí, el camino se hace más corto cuando aprendemos a amar, en medio de un gran océano podemos navegar, en medio de nuestro mar podemos naufragar, para amar de verdad, podemos sangrar y ser generosos, manos y pies donde estén unas cuencas que amanecen, podrán perderse como un árbol talado y tendremos mucha vida para ver la verdadera felicidad, un rato cada día es mejor que nada en toda la vida, felicidad, amiga de todos y de nadie, eres labios de mil pecados, eres un laberinto de madrugada, felicidad, vieja y joven felicidad, eres todo cuando queremos verte de verdad, cuando queremos tenerte, olvidamos quien eres, si logramos entender cuál es tu real existencia, dejaremos tirado en medio del campo todos los egoísmos, todas las ausencias, todas aquellas cosas que están detrás de la puerta, el viento arrastrará las sonrisas que no vemos, espera amiga, espérame en esa calle, el aroma llegará pronto, la luz de domingo dejara en los labios la dulzura que esperamos, quiero escarbar en lo más profundo del alma, pelearé como un extraño, ya no tengo veinte años, son años de vida que saben de ayer y de siempre, lo tuyo, lo mío, lo nuestro, los sabios caminos saben de maderos, los amargos maderos saben de felicidad, ambos saben de la vida de verdad.
Adonis Palomar
viernes, 7 de octubre de 2011
COMO UNA SOMBRA EN EL FAROL
Como una sombra en la esquina, junto al farol de medianoche, estaba el gato triste, el teléfono sonó en el balcón del tercer piso, rodó entre dos estaciones y una historia que traía al viejo jinete, en el pueblecillo volaba el recuerdo escondido, tenía una novia morena que abría el sentido en la madrugada, jugaban al juego prohibido, sin mirarse al espejo se fue con la luz del farol, al guardar su ropa dejó su capa roja, se acabó el jaleo y monto un invento, en donde cantaré, el amor no entendía la cama vacía, revelaba la verdad del manojito de luciérnagas, la risa burlona atravesó el poblado del silencio, la noche palmeaba los sentidos entre cantares de esperanzas, le gritaba al despertar, entre la compañía y la soledad, el manojito de la verdad, entre tú y yo, la soledad, el tiempo no se pierde, no se puede exigir deudos si no tenemos al muerto en medio del baile, no pediremos juegos sin renunciar a todas las pertenencias, nadie mandará lo más mínimo si no logra lo más esperado, de vez en cuando la boca nos pasea por calles de sabores dulces, estamos en manos del destino, la vida puede tomar un café y ser bonita de verla, en ocasiones nos regala un sueño escurridizo, a los que quieren de ella y saben usarla, pueden despertarse en medio de esa feliz calabaza, música y más música si quieres ser sincera, la llama de la fe alumbra sobre cualquier mal, la agenda del perfume del barrio, anima el baile del pellejo del gato del farol mágico, son dos boletos para la función de esta noche, la luna hará un giño y otra vuelta en el aplauso del balcón, los ojos se llenarán de cascabeles, los pantalones del humo del sur, la noche será corta por llegar al día que anima nuestro baile, de lo que fue y lo que será, la magia dará al felino el nuevo sueño, quizás mañana esa ventana que muestra el sendero, nos enseñe el feliz baile del gato forastero. Alimentaremos fierecillas mitológicas, inflaremos los corazones con nueva sangre real, escarbaremos la tierra con los dientes, el amigo caminará y besará a su felina amiga, volverá a su vieja madriguera, saltará por los andamios y tejados del poblado, hablarán de tantas cosas, ronronearán sus sentimientos, será como un gato estirado por el orgullo, cuando tome dos copas las emprenderá con su gran corazón, descubrirá un poema al revés, desde entonces dedicará a su damisela, una adaptación de la vieja servidumbre, no permitirá que la orquesta del bosque suene con prisa y sin pausa, preparará el platillo preferido, el pescado del rio clarillo saltará como música apocalíptica en el sartén, no manipulará la razón de la verdad, saldrá en la foto del gran musical, y volverá nuevamente al viejo farol con su musa de cola encrespada, la abrazará con su filuda garra y le susurrará al oído un sensual pensamiento, ella cerrará un ojo y lo hará saltar en la mullida cama, el gato triste ya no estará, el teléfono sonara en el balcón del tercer piso, pero él ya no contestará, estará dormido junto a su vieja compañía.
Adonis Palomar
miércoles, 5 de octubre de 2011
TODO IRÁ BIEN AMIGO
Saltan chispas cuando el alma está sobre los bueno sentimientos, tomamos sorbos cortos de buenas vibraciones, en un ir y venir de la vida siempre es bueno tener diez años y un gato, esperamos que los días sean siempre con cielos azules, y que el espíritu esté lleno de fuerza para enfrentar difíciles momentos, hablamos y sabemos que cuando un amigo va por caminos duros y pedregosos, oímos el viejo organillo, le damos fuerza al viento en el ombligo, ahora y mañana sumaremos caña y maíz, vemos entonces su respiro con nerviosismo, el amigo enfrenta un momento que tiene temor en lo prohibido, citamos a los despuntes de la fe y el grito de la esperanza, dale amigo, es solo un momento de la vida, mañana estarás nuevamente caminando por las nobles avenidas, hoy es un día de alguna intranquilidad, pero ya verás que mañana recibirás nuevamente a los viejos amigos, sumaras otro grupo de años, la vida pasa en un juego de cada día, no te gustaría estar mañana recordando el momento que estuviste algo nervioso, algo mínimo para los próximos días, vencerás los temores y estiraras tus brazos para recibir los nuevos aires, mañana estarás frente a las manos simples y enteras del destino, él te sonreirá nuevamente, en ocasiones nos sentimos frente a nuevos pasos, pero eso es buenaventura, tranquilo amigo, toma conmigo hoy un café, el día esta bonito y mañana será mejor, saldremos luego a escena, de vez en cuando la vida nos pone frente a cosas que parecen de puntillas, pero no es para no romper el hechizo, tu estás para afinar por muchos años el pincel, ya verás que esto es un paso más en las bromas de los sueños, desde lejos, acá en la montaña te doy mi suerte, te la presto para esta pequeña causa, luego cuando estés de regreso, el silbido en esa nube me la traerá de regreso, dale y no alborotes a las chicas que te cuidan en medio de esa cama, es un viejo hospital que reina con las palomas angelicales, dale con pantalones largos y en la primera bocanada de aire que llegue en unos días más, estarás junto al tordillo de la vida, bailaras nuevamente con la princesa que espera por tu regreso, anda, es solo un paso más por el juego de la vida, suerte en esta pirueta que darás en esta vieja aldea, el viejo sendero espera tu regreso con un salud, brindaremos por tu feliz regreso, ve tranquilo amigo, todo va bien en esta feria de la vida.
Adonis Palomar
lunes, 3 de octubre de 2011
EL AGUJERO REGALÓN
Como un sueño de fin de semana, el domingo es el día del gran jugador, de arriba y en el cielo, le da a la bola con gran precisión, tal vez sea solo una ilusión, pero el futbol es su pasión, llegado el sábado, la indumentaria se debe preparar, el pantaloncillo, las medias, la camiseta y los zapatos en su lugar, pero como siempre algo puede fallar, a la hora de dar el último vistazo, una sorpresa suele aparecer, “un encomiable agujero en el zapato regalón”, el dolor de cabeza es compañero ideal, una gran desventura no lo deja dormir, como solucionar el gran problema del chuteador regalón, -me calzo los botines aunque la pata me tenga que doler-, larga vida y entrega total, los gallardos zapatos no pueden fallar, la batalla dominguera es la consigna inmortal, un buen jugador no se amilana por un miserable agujero, una buena venda y un pedazo de cartón pueden ser la solución, quizás sea una noche infernal, el problema en pesadilla se puede transformar, -como diablos voy a jugar, seré un jinete de papel, o un gran centurión-, el pequeño jugador, entre sueños el zapato trata de reparar, en una pesadilla el agujero se convierte y se libera una batalla infernal, nada más doloroso para un gran gladiador, entrar al combate con sus armas estropeadas, será una batalla desigual, pero con el alma llena de esperanza y el corazón a punto de reventar, con fe y sin pensar, al balón con toda fuerza le tendrá que dar, el agujero nada importará, su noble espíritu en gran armadura se convertirá. Es mejor dormir un rato que pensar en lo que pasará, -total igual juego, aunque con muletas tenga que volver-. Ya muy de madrugada, el cuerpo pide despertar, las ansias por estar en la cancha son más que el sueño que pudiera quedar, como todos los domingos, los fanáticos empiezan a llegar, mamás con especiales cocavíes, los papás dan las instrucciones de rigor, al otro lado llega el entrenador, -el calor y el agujero traidor, son lo primero que tengo que olvidar, ni siquiera me avergüenza que alguien vea el problema de mi chuteador-, el novel campeón está listo para empezar, otro domingo de competición, los jugadores empiezan a trotar, una vuelta y otra más, el partido acaba de comenzar, largos minutos y el marcador esta igual, desde la orilla de la cancha una seña lo hace patinar, unos botines nuevos acaban de llegar, luego de realizado el cambio todo parece relucir, los viejos zapatos con el agujero regalón, bajo la banca fueron a dar, el tiempo pasa y nada nuevo pareciera acontecer, faltan pocos minutos para que suene el pito final, si un gol no llega pronto, los penales serán la definición, los nuevos botines no han sido ninguna solución, son incómodos y poco de fiar, -ya no los puedo soportar, me duelen los pies y en ellos no logro confiar-. El pito acaba de sonar, los penales darán el resultado final, los pateadores ya se acaban de escoger, todo listo para empezar, un tiro tras otro y el marcador sigue igual, ha llegado el turno del gran chuteador, la suerte al final lo marcó, tendrá que convertir para que su equipo logre vencer, existe gran expectación, todo listo para patear, de pronto algo llama la atención, nuestro amigo corre sin dar ninguna explicación, mira de un lado a otro con desesperación, -mis viejos botines no los puedo olvidar-, bajo la banca tirados ellos están, -en este gran momento me tienen que acompañar-, el árbitro apura al jugador, quien con gran desesperación se calza los zapatos con el agujero regalón, se para frente al balón, corre con gran decisión y todo el equipo grita el gol, -han sido mis compañeros incondicionales, en este momento no me podían fallar, ahora si pueden ir a descansar, los zapatos nuevos tengo que amansar, en el próximo juego listos deberán estar, pero a ustedes ni por viejos los voy a abandonar-.
Adonis Palomar.
domingo, 2 de octubre de 2011
MI AMIGA CHOFI
En medio de la noche, la vida se puede presentar como una isla solitaria, así es la vida cuando aparece ella, Chofi, una amiga del pasado, una noche plomiza de diciembre apareció, se sentó en un banco del local, decían que ella era como un reloj que paralizaba el corazón, fui un pobre infeliz que creyó en su simple sombra, no había un sauce que creyera en sus historias de ayer, quizás esté escondido porque fue mi primer amor, en la piel tengo el amargo dolor por creer en la sombra de su desventura, su alma era del mediterráneo, yo quizás de otro lugar, no tenia motivo para escuchar sus palabras, igual la miré, la escuché y la amé, me encaramé por los alambres del patio, había un ejercito de botones, caminamos en medio de dos estaciones, había un cielo azul, un piso de grandes adoquines, tenia una historia que burló mis tiempos, la miré, la sentí y la hice mi mujer, estábamos en una casa sobria, nos cobijamos en una almohada adormecida, oímos un viejo organillo, en un mes más nos arrullamos y fuimos solo uno, mi amiga Chofi se fue impregnando del amor que entonces salía del viento y del verso eterno, yo era feliz, el polvo gritaba cada golpe, cada verso, mi amiga Chofi, ya no está, se marcho tal como llegó, dejó su huella y desapareció, era como una desconocida cuando llegó, me gustas como te ves, sin pintura y como tierna figura, no tienes que alisarte el pelo, ni cortarlo para ser otra, le dije al tomarla cuando la conocí, si quieres vivir cien años, eres el vientecillo de la verdad, deja pasar la tentación, eres mi Chofi y te sentiré, te acariciaré, serás la reina de la película de la vida real, para lograr la libertad, mis ojos y mis manos serán solo para ti, no creíste en cada herida que existe en cada vida, ahora ya no estás, bajo el asfalto algo se mueve, por ver la luna llena, se rasga el viejo manto, quizás ya sea tarde para volver a hacer el camino, el monte raja silbando, el agrio perfume del ambiente muerde la mañana, la música del nuevo amanecer se siente por los mares de la vieja Cuba, vale si no quieres el viejo amor, la nueva jornada igual empieza, vale si tu alma está en otros cielos, tus ojos llorarán cuando se escapen las verdades, mi vieja Chofi ya no reirá, vale cuando las agujetas se claven en la nueva historia, los sueños irán en el olvido, el sol lo marcará como si es una nueva enmienda, ya no te veré mi amiga Chofi, tu realidad será como una gran compañía, pero la estúpida sonrisa de la vida, ya no tendrá tiempo, la soberbia será del hombre que se siente afortunado, quizás te siente bien el nuevo tiempo, pero ya no coincidirás conmigo, no te podré ofrecer agua, ni tampoco un poco de manjar, serás solo un recuerdo, serás solo la amiga Chofi que un día existió.
Adonis Palomar.
viernes, 30 de septiembre de 2011
EL GRITO JOVEN
Muchachos que merodean por las praderas de la gran ciudad, simpáticas y sensible chicas que gritan y exigen como si un mundo está por partir, alcahuetes de nobles espíritus jóvenes, se inicia el jaleo y se llena el bolsillo de frustraciones escolares, allá van, nuevamente con los labios apretados y sin callar sus viejos dichos, quien fuese ustedes nuevamente para andar con abrigo y estar en un nuevo despertar, gritos con añoranzas pregonan una gran verdad, manojillos de hierva de una soledad, no tengan penas, no teman a ver caer una lagrima de una nueva oportunidad, cada noche todas las almas dan palmadas y cantan sus males, entre sus despertares está la nueva vida, gritan con la verdad de amores de siempre, allá van, marchando con nueva intensidad, allá van alzando sus brazos al sol, comprometiendo sus mantas y ropajes para un mañana sin viento invernal, pronto se escuchará el grito enérgico de muchachas y chicos que salen de sus madrigueras pidiendo un futuro mejor, nadie dirá que el perfume que huele en las revueltas calles es de flores, galoparán en potrillos y caballos de madera, jueguen en carruseles de plazas de viejos pueblos, allá van, marchando nuevamente por el medio de la aldea, se escuchan sus gritos, vienen de muy lejos, atravesaron caminos de piedra y secos arenales, pero siguen bien dispuestos, al hacer la noche guardará sus sueños en el viejo coche, quizás por la mañana en esa vieja ventana, verán nuevamente el amanecer que trae nuevos sueños, alimentarán lluvias de esperanza y levantarán nuevas amapolas, juntarán el dolor de los heridos, el manotazo duro será esfuerzo invisible, sin consuelo seguirán con paso largo el camino que madruga, temprano rodarán nuevamente el carro de la esperanza, no se perdona el desaliento, si mis manos son necesarias, allí estarán, si tienen que escarbar la tierra nuevamente, hasta los dientes duras herramientas podrán ser, volverán al huerto que quedo en el olvido, Angélica esperará en el portal al muchacho que partió en cabalgata, el de pelo liso y rojizo se volverá a encontrar con la princesa de la calle corta, todos tomarán una copa y emprenderán una nueva marchas en pos de la luna, en la palma de esa pradera podrán gritar inmediatamente su nueva inquietud, la marcha de los jóvenes no parará, hoy son ellos , mañana sus hijos y luego sus nietos, a la luz de las estrellas, tiernamente un joven siempre luchando estará, su alteza siempre tendrá que mirar con horror el nuevo amanecer, existiendo jóvenes de corazón, si no se entiende que lo justo es justo, el negocio no podrá resultar, es la salsa de la vida, el meollo de las generaciones, son el alma del recelo humilde del grito joven en esta sociedad.
Adonis Palomar
jueves, 29 de septiembre de 2011
GARBANZOS CON ARROZ
Cocinar es tarea de maestros, cuando la misión es encargada a un simple aficionado, la historia se transforma en aventura, con empeño, creatividad y la ayuda de una magnifica asesora, el platillo puede resultar un manjar, en esta ocasión, la idea es saborear unos ricos garbanzos con arroz, en la primera oportunidad, sin asesora ni nadie quien pudiera ayudar, el preparado en fracaso se transformó, pareciera ser muy fácil cocinar, pero el cuento no es llegar y leer, una receta de gran ayuda puede ser, pero la mano del buen cocinero el toque preciso tiene que dar, después de un primer fracaso, es imprescindible hacerse asesorar, no falta la amiga que además de su simpatía, algo de cocina puede enseñar, escucho con gran atención, anoto los ingredientes y los detalles son algo esencial, tengo dos comensales que gozan de buen paladar, tratan de no ser muy exigentes, pero son amigos de la cocina y generalmente tienen un hambre infernal, volviendo a la tarea del día de hoy, la maestra me incita a poner atención, cuando termino de anotar, me pongo manos a la acción, garbanzos, arroz, ajo, cebolla, zanahoria y algunos ingredientes más para agregar, doy un sorbo a un poco de jugo para alentarme y despertar al cocinero que llevo dentro de mí, es hora de trabajar, el sartén y la olla me miran con susto al verme acercar, los tomo con simpleza y con alguna delicadeza, no pretendo asustarlos antes de empezar a cocinar, ellos son personajes importantes en el escenario de esta aventura del arte culinario, cuando el agua a hervido, la tarea empieza a funcionar, pelar, pelar y pelar, cortar, cortar y cortar, revolver, revolver y revolver, sazonar, aliñar y revolver, revolver y revolver, es como una música en el centro de la cocina familiar, mis dos encomiables comensales, observan como el preparado empieza a tomar la forma ideal, cuando los garbanzos y sus aderezos comienzan en la olla a danzar, aplauden una y otra vez, la tapa se cierra, y el tiempo empieza a correr, pronto el resultado lo podremos ver. Cuando el reloj marca la hora ideal, y los hambrientos clientes esperan el plato que les tocará comer, revuelvo la olla y doy una prueba para ver si voy a sobrevivir, parece que el platillo está listo para servir, con servilleta al cuello, mis dos invitados se prepara para atacar, me siento tranquilo para ver cómo me fue, una, dos y tres cucharadas, y un silencio sepulcral, otra cucharada y otra más, de pronto escucho palabras que por fin me hacen respirar, - están ricos, podremos comer más-, algunas risas y es otra tarea que pude superar, miro el techo y agradezco la asesoría que vino del más allá.
Adonis Palomar
miércoles, 28 de septiembre de 2011
EXTRAÑA FLOR
Mientras masco y re masco un trozo de charqui bajo el viejo árbol, trato de entender los pensamientos de esa extraña flor, por más que intento saber sobre su verdad, no logro encontrarla, no sé si me he equivocado, trato de ir al norte y el viento apunta al sur, cuando la encontré en esa montaña desolada, una lágrima rodó por su mejilla, la miré y la traje junto a mí, me dio la impresión que podría conocerla muy bien, pero pareciera no ser así, caminé entre follajes y matorrales, las bestias aprendieron a vivir, los niños se vendían a piezas de a diez, y no logro encontrar la verdad de sus pensamientos, no sé si quiere esconder algo, ronda la calle y por la noche se esconde, que curiosa realidad, le pregunto si es una sombra, no dice nada y mira el desolado camino, en su polvoriento libro, escribió días atrás que extrañaba su antiguo huerto, que necesitaba las antiguas compañías, sus raíces gritaban por la tierra que le pertenecía, sorbos cortos para saciar la sed y dar vida a sus hojas, dijo que añoraba la música de las caricias de su antiguo jardinero, los alambres del tendero del patio eran solo recuerdos, un ejército de mariposas revoloteaban en sus mañanas, un cielo azul alumbraba el jardín con una historia que quería recuperar, todo era como un hechizo, pero no quería ver la vida, mientras espero sus palabras o sus gritos de verdad, me desvelo sin entender por qué no responde a mis preguntas, la miro, la escucho y desespero al ver su indecisión, no sé qué puede en verdad querer, he abonado su tierra, he limpiado sus hojas, he escuchado sus lamentos, mas no sé qué hacer, al caer la noche cierra el viejo libro y sigue en su indecisión, no se puede entender a quien no levanta sus manos, una flor que muere sin sacar su mordaza, no puede pedir a la vida que devuelva sus añoranzas, el corazón puede querer explotar, pero en un campo de almendras no florecerá una rosa, se dibujarán imágenes que son como siluetas extrañas, un sueño puede parecer una realidad, pero al final siempre es un sueño, no se puede partir sin caminar, así se manifiesta esta flor, quiere recuperar sus sueños pero no quiere despertar, quiere que crean en ella pero no mira su realidad, pasa el tiempo y no se atreve a respirar, quizás cual sea su verdad, otro invierno ya paso, los aires de la nueva primavera revolotean por la pradera de la ciudad, el sol nuevamente está aquí, volveré a caminar en dirección a la montaña desolada, ella quedará nuevamente donde la encontré, quizás sea lo mejor, por la ventana de la vida volveré a mirar, la extraña flor, mi mano desechó, seguiré mi camino sin volver la mirada hacia atrás, el sueño que un día con el azar apareció, murió con la realidad.
Adonis Palomar.
martes, 27 de septiembre de 2011
RETRATO MÁGICO
Llovía profusamente en toda la zona, el frio calaba hasta los huesos, corría el mes de julio de hace varios años atrás, me reuniría con un grupo de mujeres Mapuches, que además de criar a sus cachorros y trabajar esforzadamente, se juntaban para desarrollar diferentes manualidades que posteriormente vendían en la ciudad, experiencia que se plasmaría posteriormente en un libro de diferentes mujeres del país, luego de recorrer una gran zona boscosa, llegamos a la reducción indígena, a un costado del camino barroso se encontraban unas pequeñas casitas, el agua se detuvo por uno instantes, aproveché para salir a husmear por los alrededores, el panorama en esa zona es acogedor, yo ponía atención a todo lo que allí ocurría, sin darme cuenta empezaron a bajar de diferentes lugares muchas mujeres, bajaban de los cerros que parecían perderse a lo lejos, mujeres cargadas con canastos, otras con sus cachorros a cuesta, era un desfile de mujeres que como por arte de magia aparecieron en el marco de esa especial escena, me miraban con algo de desconfianza, pero también con una picardía llena de inocencia y alegría, se veían aparentemente felices, contrastaba con su simpleza y aparente pobreza, transmitían una humanidad no propia de nuestros días, sobre todo no común en las grandes ciudades. Una vez que estuvo todo el grupo reunido, empezaron los preparativos para la jornada que les esperaba, cada una aportaba algo para la comida, unas traían pan, otras pollo, carne, verduras y frutas, mi acompañante les comunico a que se debía mi presencia en ese lugar, esperaban ansiosas saber el motivo, como es sabido, las mujeres son curiosas, coquetas y sensibles, hasta ese momento el personaje de la historia no aparecía en escena, mejor dicho su presencia estaba allí, solo que yo no me había percatado de ella, su imagen permanecía oculta, ellas sin dejar de lado su picardía, no perdían oportunidad de hacer bromas en torno a mi persona, poco a poco nuestra confianza aumentaba, mi cámara fotográfica empezó a realizar su trabajo, una a una las sonrientes mujeres se fueron uniendo al grupo, las más jóvenes eran las más entusiastas, las viejas bromeaban y se hacían las interesantes y demostraban su importancia y autoridad, apreté una y otra vez el disparador, yo me sentía uno más del grupo, en varias oportunidades cambiamos escenografía, aprovechando los escasos rayos de sol que a ratos aparecían, hasta ese momento todas con sus singulares particularidades eran iguales para mí, eran dulces figuras femeninas en su hábitat, la riqueza de sus almas y espíritus ocultaban la pobreza que ellas llevaban dignamente, terminada la sesión fotográfica, nos abrigamos con el calor que emanaba de las cocinas donde ya salía el exquisito aroma de lo que iba a ser el almuerzo de ese día, procedí a realizar otras tomas fotográficas, estaba en eso, cuando de pronto una figura se atravesó en mi pensamiento, no supe si fue mi imaginación o que, sentí una fuerte presencia de alguien que me miraba atentamente, me volví a mis espaldas buscando algo o a alguien, se produjo un silencio en mi interior, todo a mi alrededor seguía girando de igual forma, pero yo sentía algo diferente, de pronto mi vista se fijó en un rayo de luz que entraba por una de las ventanas, me pareció ver reflejada la silueta de una mujer, me di cuenta que quien me estaba observando era una anciana mapuche, se cruzaron las dos miradas, ella me miró fijamente, yo de igual forma le devolví la mirada, por un espacio de tiempo que ahora no recuerdo, se produjo ese contacto mágico entre ella y yo, el silencio marco toda comunicación, después de un largo dialogo en ese túnel sin palabras pero con sentimientos profundos, la vieja mujer cambio su mirada al frente, orgullosa y altiva quedo como detenida en el tiempo, quizás como diciéndome, es tu turno, inmortalízame con tu cámara, como si hubiera despertado de un sueño, enfoque mi lente y comencé a disparar, todo a mí alrededor parecía no existir, era ella y yo, disparé hasta sentir un impulso final, en ese instante sincronizadamente, la anciana me volvió a mirar, sonrío y volvió a su mundo. Después de vivida esta situación, mi tarea en ese lugar había terminado, otras mujeres se acercaron a invitarme a comer algo. Más tarde nos despedimos y dejamos a este grupo de mujeres con sus vidas, nunca más supe de esta enigmática anciana, al partir, ella no se veía por ningún lado, solo quedó el recuerdo de su imagen grabada en un trozo de papel, hasta el día de hoy.
Adonis Palomar
lunes, 26 de septiembre de 2011
MOMENTOS PARA VIVIR DE VERDAD
La vida está hecha de innumerables momentos, instantes que marcan nuestra existencia, el viejo árbol que nos pone frente al espejo de nuestra realidad, nos muestra los follajes y matorrales que pasamos en el deambular por el tiempo, los momentos que rasgan el alma son innumerables, nuestro caminar se hace lento y pausado cuando miramos el reflejo de nuestras vidas en nuestras descendencias, gotas de nuestra sangre, gotas de nuestra vida, son ellos el comienzo y el final, ahí están, el tiempo reflejado en la anciana abuela y el futuro que la refleja en el resto de sus días, son ellos, viven momentos de distintas épocas, la mirada extraña, la mirada de los años, reflejos de los momentos vividos por la vieja abuela y sus nietos, sorbos de momentos de vida joven, sorbos de momentos de vida pasada, nada se esconde, el paso de los años se mescla con la fuerza de la noble juventud, arrollador lazo de amor, inmutable lazo de una fuerza de historia, ellos la atrapan y la mecen con la música noble de jóvenes corazones, un año más llega al fondo del alma de una abuela, sorbos cortos para saciar la sed del viejo árbol, ese que en cada momentos marca los pasos que vamos dando incansablemente, hoy la abuela celebra un año más, ellos, los jóvenes corazones la regalonean, la acarician, la sueñan, la sienten, la llevan muy adentro, la llevan como sueño de una historia, como momentos de una vida que corre con la existencia del amor, vamos abuela, son parte de tu carne, son parte de tu vida, son parte de un camino recorrido, ese que los seres de esta tierra deseamos para nuestra mirada, la imagen queda en el presente y se plasma en el futuro, viejos hechizos que se mesclan con la fuerza del fruto de una generación que se va y otra que comienza a correr por la vida, esos son los momentos que no podemos dejar escapar, cuando la vida nos da la oportunidad de ver la noche y clarear la madrugada, no podemos decir que no, no podemos desatender lo que es una bendición, la vida corre muy de prisa, cuando cerramos los ojos, es de noche, al volver a abrirlos, la mañana a llegado, esos son los momentos de la vida, momentos que son ofrecidos para vivirlos, no podemos dejar el cajón cerrado, cuando tenemos la oportunidad de mirar el pasado, el presente y el futuro, la anciana abuela está aquí y los jóvenes también, son los momentos preciados, son los momentos de valor real, son los momentos que la vida nos suele regalar, momentos en que el viejo árbol se presenta ante nuestros ojos, inmutable ante la realidad, nos fija ante las almendras y las rosas, nos mira caminar y encierra los sueños, encierra los momentos de unos sorbos de vida que no debemos dejar escapar, los jóvenes se retratan con la vieja abuela, saben que viven el presente y el futuro, el pasado ya vendrá, el viejo árbol, desde un rincón siempre mirando estará, somos nosotros los que debemos agradecer, la vida pasa como un soplo fugas, si no estamos alertas, cuando volvamos a mirar ya muy tarde será.
Adonis Palomar
viernes, 23 de septiembre de 2011
NUESTRA CASA
Algo menos que el infinito, algo menos que la nada, miremos siempre hacia adentro, distancia algo lejana, como noches de sombras que culminan los sueños, casa de fuego y calor de hogar, echémonos sobre la manta de la vida, con la fe de la lejana montaña, debemos seguir nuestro caminar, el pedregoso sendero está quedando atrás, cada día, cada noche, son el reflejo de la luz de nuestros espíritus, sentir el alma en la palma de la mano, es sentir el tiempo que tengo tu presencia en mi corazón, sentir como gira el mundo, es fantasear con la realidad, buscar la perla perdida en medio de un bosque de espinos, pequeña casa de los recuerdos, pequeña casa de enormes sueños, pequeña casa con gran manantial de luces de futuro, te buscamos en el espacio y en la lejanía de la vida, sabemos que un día llegaras nuevamente, quizás no seas la misma de ayer, pero en medio de la periferia siempre estarás allí, uno se cree que el espacio, el momento, los recuerdos vividos juntos, son para siempre, pero uno ve que la vida es circular y no todo responde a los sentimientos y a la razón de cada cual, el destino te sonríe y también te llora, siento el calor del brasero, el olor a perro de hogar, la azucarita del café con leche, vaya si es flor de piel, abrir el ventanal y ver ese nido en medio del viejo damasco, entre esos árboles que florecen cada primavera, estaba la comitiva de gatos callejeros y el ladrido del amigo peludo, en nombre de quien no tiene el gusto de conocer lo que es la casa familiar, se los puedo explicar, es un mundo diferente, se experimentan sensaciones convincentes, en el mundo existen niños, gatos, pájaros, cucharas, perros, mesas, flores, discusiones, premisas, impulsos, sol, gritos, música y cuantas cosas más se te ocurra, para poner los cimientos donde edificar un hermoso futuro de paz y amor, eso es el hogar, esa es la casa donde buscamos nuestros sueños volcar, es un sitio divino, donde llega Manolo, Mireya, don Juan, Benito, Lucia, tu, ellos, yo y muchos más, se respira amor de verdad, es un lugar donde podemos pasar el día, el fin de semana, un año, otro más y una vida entera. Camino abajo veo a una sirena, una campesina, una dulce chica de 17 años, un soldador de estaño, el viejo cartero, el soldadito que no sabe por qué, la vecina, todos aquellos que van a la misa y a la feria del domingo, todos ellos, todas ellas, es nuestra casa, esa que en un momento puede no estar, el motivo es algo personal, tuyo, mío o de quien pueda ser, de todas formas no existen historia donde no queramos una casa tener, es nuestra casa, esa donde queremos estar, donde pasa la juventud, donde se enciende el fuego, donde nos hacemos viejos, donde se planifica una vida entera, donde existe lo nuestro, donde florece una canción que vuelve las cosas hacia arriba y hacia abajo, donde la sombra se convierte en luz, donde estamos juntos, donde pisamos diariamente, donde los niños se hacen jóvenes, donde ponemos velas para celebrar el cumpleaños de los ángeles de la guarda, donde se dan señales de vida, donde llegar a viejos es más razonable y apacible, donde todo es más transitable, es el pedazo de tierra donde vive una familia, es aquel lugar donde puedes pasar todo el resto de una vida, donde se hace toda la historia, donde a la vuelta de la esquina es casi todo, o tal vez sea solo el lugar para besarte un fin de semana.
Adonis Palomar
miércoles, 21 de septiembre de 2011
SALA DE CLASES
La vida es como una gran sala de clases, asistimos diariamente a diferentes jornadas de aprendizaje, esta no está ajena a las dispares situaciones de la vida diaria, podemos ser alumnos aventajados o simplemente ser de aquellos que se resignan a vivir en un letargo infinito, el gran maestro que intenta guiarnos por la senda del éxito humano, no siempre está dispuesto a detener su marcha por aquellos que no tienen interés en marcar un destino definido, hombres y mujeres pueden escuchar la música del destino y seguir su propio camino, pedregoso, simple , real o misterioso, da lo mismo, las sutilezas de la vida son un paradigma en el entorno de los seres de este planeta, aprendemos de la música, de las letras, de la ciencia, de los sentimientos y la razón, pero como caminamos en la realidad de nuestra propia existencia, indescifrables son las interrogantes que se manifiestan en la mirada ajena, te tomo y me tomas, te siento y me sientes, me enjuicias y te enjuicio, me amas y te amo, intensos sentidos que se escabullen en las insondables dudas de las hembras y machos que recorren la mínima existencia, que podemos hacer ante el incierto reconocimiento de la verdad de lo que queremos y lo que hacemos, otoño o primavera, etapas de la vida de sentidos y sentimientos. Allá vamos, un nuevo día de clases, el maestro abre nuevamente el libro de asistencia, ¿estaremos presentes en la materia adecuada esta vez?, dos pasos y salimos del viejo barrio, una manzana, dos cuadernos, un lápiz y una goma, estamos nuevamente en la magia de aprender, no podemos sorprendernos si la materia de hoy no es la que más esperábamos, en esta sala de clases aprendemos todos los días, puede gustarnos o no lo que esta jornada nos depara, pero la vida es una enseñanza diaria. Unos ojos llenos de cascabeles me sonríen, es la mirada de la vecina del banco del lado, combinamos nuestros lenguajes con sutiles miradas incandescente, nuevamente encuentro a mi compañera, amiga de clases, de recreos y de compartir un jugo y un galletón, escuchamos absortos las alteradas palabras del viejo profesor, habla de un horrendo animal que se escabulle entre la oscuridad de los pensamientos, mientras las palabras siguen la letanía de la jornada, Lo, mira embelesada el vuelo de una rojiza mariposa, yo la miro a ella, las dos reflejan una hermosa imagen, dos seres de inquietante fragilidad, las palabras que rebotan en las paredes del viejo salón, parecen estar dedicadas al viento, mientras la clase se envuelve con las embrujadas enseñanzas del maestro, un mágico pasaje se abre en medio del espacio, sigo silenciosamente el movimiento de la mirada de Lo y el plácido aleteo de la mágica mariposa, embelesado dejo corre los minutos que parecen pasar como un rayo, el agudo sonido de un timbal, indica que la clase a terminado, es hora de partir, el pasaje encantado se ha cerrado, la rojiza mariposa ya no está, el maestro me mira desde lejos, sus ojos encierran una gran interrogante, trato de leer sus pensamientos, luego de unos minutos, el viejo cierra el libro de clases y se marcha, antes de cerrar el añoso portón, vuelve la mirada y con una voz ronca, acota, -el pasaje ya se ha cerrado, la mariposa se ha ido, su compañera lo esperas, creo que la lección de hoy le servirá para volver a clases mañana-. Frente al café me espera Lo, sentados bajo el cobertizo cruzamos nuestras miradas, en verdad ya no está la rojiza mariposa, solo está ella, la vuelvo a mirar y recuerdo las palabras del maestro, sin duda mañana volveré a clases, lo aprendido hoy será fruto mañana, en esta sala de clases la vida es enseñanza.
Adonis Palomar
lunes, 19 de septiembre de 2011
EL REY DE LOS HUEVONES
En forma satisfactoria se encuentra el más perfecto de los individuos, satisfecho espera sobre el surco, llega hasta el fondo del espejo de la carne, defiende la sombra de quien es el recuerdo de lo olvidado,
irremediablemente sueña con el corazón de un hombre y una mujer, cree en el sueño olvidado, cerca del agua cree llevar a su único amor, cerca del agua cree llevar a quien fue su ilusión, cree en su vivido ser, es el perfecto rey perdido en el mar, no puede perder ni encontrar la verdadera realidad, cerca del agua esta perdido en el mar, ella cree engañar el sueño del rey, él le da al aire hasta que sirve a la verdadera razón, el rey camina en el mundo que aparece en los cinco sentidos, es el mundo de los demás, pero no parece que fuera el suyo, imágenes que reciben el ritmo de las cosas de los propios delirios, ciegos y oscuros, miran siempre lo de adentro, el rey cree en su mundo y en el que creo un día con ella, el mundo de los demás, no se parece al que fijaron en esa madrugada donde el amor culminaba con el abrazo final, el sentimiento febril sobrecogía con un escalofrío cuando ella le prometía el mundo del medio día, eres toda mía, soy todo tuyo, ellos se prometían, se quemarán los huesos pero el lo creía, era el rey de esa noche y de la vida que venia, el magnifico hombrecillo se convertía en el gigante con su princesa, ella ya era reina, fina y de palpitaciones fuertes, era la luz con manos compañeras, eran dos en un reino que parecía que tiraba las cartas en un vino trastornador, el único alimento para el corazón eran las promesas que se escribían en una lectura infinita, con sangre y sumo de pasión, el rey creía en la nueva aventura, escríbeme mi reina decía en sus pensamientos, encima de sus cartas ponía el trastorno por la verdadera pasión que el sentimiento abordaba lo que creía que el tiempo vencía, ya cuando no ve la otra orilla, el rey cree que la vida esta dada pero no esta regalada, confundió lo que era a plazo y al contado, en cada alegría existe una tristeza, los necios saben de los errores ajenos, el rey estaba aprendiendo de los adictos de buenos tiempos, el poder y la gloria no siempre es buena aventura, por lastimosa que sea la relación, sus piernas no eran lo que el romance predecía, contraer algunas deudas no es tener claro si el reino de los cielos es de todos, tirar no es lo mismo que hacer el amor, el sabio sabe lo que es conocer, los locos conocidos entienden lo que es besar de verdad, prefiero volar y amar, antes que mentir y engañar por un revolcón, música de versión ajena, un día se va colando, en medio de la vida del rey, por mas huevón que parezca, él sigue amando aunque el mar se tiña del color que sea, la espuma y la nube, el dibujo del pequeño ratón, el color que se amasa en el monte, y ella igual conmigo, un día mas se va con fuerza, seguimos al poeta que le grita al rey, golpe a golpe, él va tras su verdadera ilusión, aunque se esfume en medio de la noche, no se equivocaba, las estrellas le indicaban que por mas que su reino pareciera una estupidez para los demás, en la cumbre seguiría creyendo en su verdadero amor, el rey reía, por mas que el mundo real lo tratara de huevón, la besaría en su vientre, en su espalda, en su figura real, polvo mágico que maravillaba su ferviente ilusión, allá va el rey, camina por el sendero que creó un día esa misteriosa mujer, esa simple e inocente hembra de la noche oculta, va sin vender su alma ni tampoco sus principios reales, cree y morirá creyendo en que la vida un día le dio un regalo y le alargo la vida un poco mas, aunque para algunos será el rey de los huevones, rondará en las calles con los sueños que un día una muchacha le quebró el corazón, el rey seguirá creyendo en un mundo ideal, ese que en una noche ideó con la sombra de esa princesa que voló de la nada a la vida real.
Adonis Palomar
jueves, 15 de septiembre de 2011
UNA SIMPLE COSTURA
Con aguja y punta de hilo, vamos dando a la costura, otra más de esas simplezas de la vida, la razón y el simple sentido del disfrute del hacer y el pensar, pedir y dar, antes que nada soy un servidor, cada quien es cada cual, hacemos lo que sentimos y lo que queremos, un guardapolvo o el sentido de la carne, lo necesario y lo existente, una puntada y otra más, el pedido tiene sus exigencias, es la vieja polera del ídolo del momento, un trozo de tiempo con dedicación exclusiva, qué más da, es para ella y en todo un profesional de la costura me debo convertir, inmediatamente tendré que recordar su pedido para no defraudar, nada de nada, es mejor poner el ojo donde se debe zurcir, una delgada aguja es mi compañera en esta misión, el cuento le contaré, quizás me escuche y pueda sus pasos mejor dar, flaca y de metal, la miro y la veo como complicada, pareciera que un simple empujón le serviría para empezar, se introduce con delicadeza en el trozo de tela, parece danzar, entra y sale como si flotara en espumas de algodón, ahora sí que sí, pareciera que el diseño no cambiará, algunos agujeros indican que por más de una batalla, esta noble polera pasó, con gran sutileza y alguna destreza aprendida con el tiempo, colaboro con mi amiga aguja, parece inspirada y con mucha pasión, me incita a que la empuje una y otra vez, puntada tras puntada, vamos cerrando las heridas y ponemos en forma al ídolo que esta estampado en la regalona polera, mientras mis manos se hacen cómplices de la amiga aguja, le comento algunos pensamientos que ella pareciera no entender, o quizás no importarle, una polera es como parte de la persona, es detalle de un trozo de la vida, son el silencioso ropaje que envuelven las carnes de todo ser, ellas son más pretenciosas que los hombres, si la suerte te permite escoger, puedes tener innumerables ropajes, puedes ser más que un niño silvestre, un simple lustrabotas o un gran escritor, una polera, que historias puede tener, como esta que cubre la piel de manzana de una dulce muchachita, ella se encanta con su ídolo, un extraño para muchos, para ella es la música, una etapa de su vida, un reflejo de sus pensamientos, algunos momentos de su corta historia, tal vez algunas sombras de sus sueños, es piel sobre su piel, es lo que es, parte de su vida, dale espigada amiga, tenemos que cerrar todas las heridas de este noble ropaje, así como nosotros, ella debe seguir el camino encomendado, con el sube y baja de la vida, animadamente debe volver a la acción, de día y de noche, con frio o con calor, no se debe sorprender cuando su dueña alucine en un nuevo recital del ídolo del momento, con aguja y punta de hilo, estoy a punto de terminar, la negra polera está casi lista, dos minutos y uno que otro segundo de mi vida debo entregar, un sorbo y uno que otro compas, y todo listo estará, la miro y las heridas ya no están, los tres sabemos que la tarea está terminada, mañana la pequeña nuevamente la puede usar, una gran sonrisa en su rostro podré ver, ella al ver nuevamente a su vieja polera, muy feliz estará, otra aventura junto a su ídolo podrá emprender, la vida seguirá y una simple costura un poco de felicidad pudo entregar.
Adonis Palomar
miércoles, 14 de septiembre de 2011
VIEJO FOGÓN
Viejo fogón que te pierdes en las marañas de las incomodidades humanas, como te anhelo, como te extraño, a orilla de tus pensamientos, recuesto mis sensaciones y profundos sueños, viejo fogón, me sentaré a tu lado a reposar un momento, volveré al pasado para reencontrarme con momentos de días de fuerte pasión y humilde ilusión, volveré a sentir en mi alma ese calor que solo el hogar puede entregar, viejo fogón, tal vez suelas preguntarte a donde voy, no alcanzaré a contestar tu pregunta, a veces no lo sé, dejaré que tu calor me abrigue algunos instantes, luego retomaré el paso, seguiré buscando esos caminos que solían encender la llama que quemaba todo mi interior, miraré el viejo guardarropa y trataré de sentir nuevamente esos días de desvelos, ya no están aquí, morderé fuerte los labios y volveré a tragar en silencio mis recuerdos, esa sombra que cubre el tiempo pasado nos volverá a abrigar, viejo fogón, entibias y calientas el alma y el corazón, ya sé que no se puede vivir sin tener un verdadero calor, los recuerdos, o todo lo que quieras pensar, encierran una vida hasta el minuto final, nuestra existencia tal vez pertenece a un mundo irreal, no solo debemos imaginar, también debemos aprender a vivir el mundo real. Viejo fogón, amigo que cubres el alma con calor de hogar, calor de recuerdos de vida pasada, no preguntes adónde voy, busco la luz que ilumina el día, y solo encuentro puertas que niegan lo que esconden, viejo fogón, cuando me falta la verdadera compañía, extraño la tibieza de tus suaves palabras, reconfortantes y simples en los espacios de soledad, el juego de un primer amor, guardan el amargo llanto de un alma profunda y oscura, en un recodo del camino vuelvo a recordar, me acerco y luego me voy, uno se cree que las pequeñas cosas no son más que eso, pero cuando sientes el golpe de tu alma, reconoces cuánto vale el verdadero calor, ese que llena todos los rincones, se va colando por donde quiera ir, es puro y sincero, no oscurece el cielo, agranda el día, canta junto al gallo de la madrugada, empuja desde atrás y cocina las nuevas mañanas, así te recuerdo amigo fogón, te añoro y te extraño, te seguiré buscando, por donde quieras ir, trataré de encontrarte, algún día volverán a cruzarse nuestros destinos, rondarán los fríos invernales, la vida se podrá alargar y llenar de sombras matonas, pero cuando me detenga en ese portal, sentiré nuevamente tu calor, viejo fogón, ya no maldeciré los días de soledad, ya no mendigaré por un poco de fuego, la luz llenará todas las llanuras, las manos de tu tibieza traerán el calor de hogar, calor de vida, calor de un viejo fogón,
Adonis Palomar
martes, 13 de septiembre de 2011
VIAJERO ESTELAR
Sonetos de pensamientos de perturbadoras sensaciones, apoyo el sonido en la mirada del mundo que veo ante mí, ¿y ahora qué?, el agua turbia se está decantando, empezamos a ver el fondo del lago, retomamos la vida diaria y el mundo rutinario vuelve a seguir su curso, pensamiento confuso y personal, mirada extraña, mirada perdida, miedo y soledad, donde está la estrella añorada, misterios que se guardan en el interior del alma, ¿y ahora qué?, estaremos nuevamente frente a lo mismo de siempre, pasan las tragedias, las lamentaciones y los dolores, pero nada queda en el fondo de las personas, ojala que esta no sea otra de esas situaciones, terremotos, catástrofes mineras, tragedias aéreas y muchos otros lamentables momentos que viven los individuos en este mundo, somos tan débiles y frágiles que ante el más simple chasquido de dedos, caemos en la inconciencia de la verdad significativa de la vida, viajante del misterio estelar, despierta el sentir verdadero de hombres y mujeres, rondas por aquí y por allá, con angustia te vi aparecer, imágenes añoradas por largo tiempo, viento indiscreto que resucitan formas que vagan por la mente, pasares y pasillos del alma, parajes de dulces pastelillos, rodeados de protocolos sembrados en prados que florecen indistintamente, viajero estelar, vuelvo la mirada en dirección a la montaña, respiro el aire que surca el espacio y dejo escapar mis pensamientos, el vuelo del ave del paraíso, proyecta su sombra en los espíritus de los seres terrenales, se escucha la melodía de lo mas lejano, te veo venir viajero estelar, sangre y sudor de un viaje que nubla la verdad, rumbos perdidos que te traen a un mundo nuevo, con lluvia o fango, con todo lo que tiene una vida de verdad, tripas, celos, placenta, cizaña, amor y todo lo demás, se me eclipsa el corazón cuando te trato de ver, la soledad del mundo que vienes a visitar, pierde un zapato y no lo vuelve a encontrar, te podrás encerrar en el viejo burdel pero allí no estará, reclamas del planeta que dejaste atrás, pero no ves en el que estás, no es un simple éxodo, el veneno puede estar donde menos lo quieras ver, la cocina aquí o allá es igual, el lunes, es lunes en el mundo estelar, la canción se canta con la melodía que tu le puedes dar, viajero estelar, que buscas al final, naciste en la tierra baja, naciste en la altura del monte, desafiaste la regla, quizás estés mas cerca de las estrellas, pero no te logras dar cuenta, rellenar las grietas del amor, no te puede llevar a seguir huyendo, las amarguras están en los contornos de la vida, es bueno que entiendas que los caminos mudan de colores, la palidez del bosque te abrasa y florece el monte, se cura la herida con el lamido fresco de quien te ama, te respeta la vida y también la muerte, viajero estelar, nunca es triste reconocer la verdad, los errores se cometen en tu mundo y también aquí, aventurero audaz, jinete del brioso corcel, caminante de sonrisas a tiempo completo, en este domicilio se vive tanto como allá, esa playa, esa arena, esa estación, esa pieza, movimiento fugas, quizás en tu mundo también esté el canto de un trovador como Serrat, o quizá exista un Víctor Manuel, un Alberto Plaza o un perro que ladre de día y también de madrugada, no te transformes en un desconocido, tu mundo por mas que parezca lejano, también esta aquí, las flores nacen discretas al igual que las bestias, el viejo lustrabotas y el pez en su laguna, descansan en la ilusión de su propio reino, mil años hacen que el sol pase, con la fe del peregrino tu vida es la mía y la nuestra, no dejes de pensar, empecínate en lo sublime que es lo cotidiano, una hora es una vida, un viaje de lo lejano te trae al mismo mundo de donde partiste, es mi mundo, es el tuyo, si te mueres, morirás al igual que yo, viajero estelar, estás aquí, es el mundo de verdad, todo lo demás depende de ti.
Adonis Palomar
sábado, 3 de septiembre de 2011
ASI ES LA VIDA
Las desgracias que enfrenta el ser humano en la vida, son el lenguaje de lo inexplicable, se puede ganar o perder, pero la vida se debe disfrutar, podemos correr, luchar, pelear, amar o incluso odiar, pero la vida es lo que es, estas letras pueden estar demás, pero simplemente una pequeña reflexión, ante un trágico accidente aéreo, nuevamente muchos seres no encuentran explicación a las sombras que merodean nuestras vidas, a la luz de las estrellas somos simples seres humanos, frágiles e indefensos ante el inclemente y estricto destino, es en estos momentos cuando la amargura y la rabia que embarga a muchos, debemos pensar en el verdadero lenguaje de la sabia vida, ¿miramos y vivimos como en verdad debemos hacerlo?, ¿ gozamos lo verdadero como es debido?, ¿escuchamos la verdadera música en los momentos en que ella suena?, ¿amamos a los nuestros como debiera ser?, ¿ somos conscientes del verdadero destino que tenemos en esta vida?, existen muchas preguntas que podríamos hacernos, pero no debemos siempre esperar que se mueva el piso para despertar, el resplandor de la vida está aquí, hoy respiramos, en un segundo podemos dejar de hacerlo, puede ser tarde para darnos cuenta de las cosas hermosas que tiene la vida, me gusta ella tanto como la más hermosa de las mujeres, la valoro tanto como valoro a mis hijos, nuevamente el implacable destino nos hace reflexionar, la vida es ahora, no mañana, no esperemos estar viajando al más allá, para darnos cuenta que la hora de los nuestros está aquí, la verdad puede ser, la felicidad puede ser, el amor puede ser, miremos un instante nuestro interior, puede ser, todo puede ser, la fe del ser humano es grande, la vida también lo es, no esperemos otro remesón, para dar el gran salto, la próxima ves podemos ser nosotros el ejemplo, la vida es extraña, pero también justa.
Adonis Palomar
viernes, 2 de septiembre de 2011
BARRIO PRIMAVERA
Como quien viaja en pelos de una yegua herida, no preguntaré adónde van sus pasos, busco un encuentro que ilumine mi día, no hallo más que puertas que niegan lo que esconden, las chimeneas vierten su vómito de humo y siento su calor en la fría mañana, miro el cielo que se ve cada vez más lejano y más alto,por las luminosas paredes se desparrama el zumo de una fruta de sangre crecida en el asfalto, el campo está verde, viene la primavera, cruza por mi mirada el tren que muestra la interminable senda del futuro, el barrio donde habito no es ninguna pradera, en ocasiones se ve un desolado paisaje de antenas y de cables, vivo donde no quisiera vivir, añoranzas de la cabaña en medio del campo florido, ya llegará el momento de la mudanza, nos encaminaremos al valle de la alegría, por años el sueño de una paloma y un gato, caricaturas inocentes, cuando el soplo de la esperanza vuelva a renacer, allí estará el tranvía, la escalera y el silbido de mi melodía, miraré al horizonte como si viajara en un velero enloquecido, quizás vengas de la noche y no vayas a ninguna parte, quizás ya no importe, mis pies descenderán por la cuesta del olvido, estarán fatigados de tanto andar sin encontrarte, de vuelta a casa, encenderé un cigarrillo, daré un sorbo al frio vodka con limón y dejaré libre a mis pensamientos, mientras ellos duermen, ordenaré mis papeles, escribiré algunas letras, me enfadaré con los espíritus que recorran los pasillos, finalmente abrazaré la sombra que descansa en mi cama, recordaré el viejo ciruelo y el canelo de la esperanza, soy yo, ya sabré dónde estoy, vivo nuevamente en el barrio primavera, ese adonde quise mudarme hace mucho tiempo, en ese instante miraré por la vieja ventana, allí estaré, silbando esa melodía que por siempre llevaré, la vida seguirá presurosa en su marcha, cada cual seguirá su despertar, llega la hora de mirar el camino que baja por el sendero del barrio primavera.
Adonis Palomar
martes, 30 de agosto de 2011
CUARTO OSCURO
Cuarto oscuro que no reconozco, luna nueva, sensaciones de tu presencia, charco de agua, me pongo acá o por allá, te siento y siento a los demás, ruidos y sonidos que no sé cómo describir, mundo extraño y sensible, vieja estación, música o campanas del universo, trago un poco de manjar, se tumba el calor de la chimenea, tengo que esperar, me abrazo nuevamente a ti, caminamos por donde tú quieres ir, parece que tengo que seguir esperando, ya tendré que salir, estrecho mundo que no ve el mar, siento las callejas de polvo y piedras, una canción se repite y la escucho una y otra vez, me pregunto que es nacer, donde tengo que ir, una vos nuevamente resuena afuera, eres tú, te reconozco sin saber cómo eres, dos voces, tres risas, un silencio, que emoción, parece que soy el centro de la atención, yo también trato de reír igual como lo hacen ustedes dos, te molestaré, nuevamente necesito algo de comer, mis nervios despiertan un apetito infernal, tu estarás a mi llegada, espérame sin desesperar, quizás sea una hermosa muchachita que salte con la emoción, o tal vez un vigoroso pequeñín que mañana sonría con lo que tiene que encontrar, mi pensamiento se mueve con rapidez, pasa el tiempo y aun estoy en cautiverio, es hora de cenar, de saltar, de tropezar con mi propio pie, me cae algo que ni se que es, acá estoy, como una cosa o un nuevo ser, no se si seré una casualidad o producto de eso que escucho decir que se llama amor, que cosas pasan allá afuera, un viento te mueve con él, me llevas adónde vas, ni siquiera puedo opinar, solo los escucho hablar, mientras corre el tiempo suelo pensar, quizás tu no sepas que acá adentro, la vida es apacible, algo incomoda y con poca comunicación, si me muevo mucho, sueles reclamar, cuando me duermo te sueles preocupar, es difícil vivir así, ni se cómo me debo ubicar, allá afuera no sé cómo será, espero que el mundo nuevo sea mejor, acá adentro ni lo puedo imaginar, poco a poco pasan los días, este cuarto además de oscuro cada vez está más estrecho, yo me miro y ni me puedo reconocer, todo me ha ido cambiando, en un comienzo era como un gusanito, ahora ni me puedo identificar, pienso que tu panza una bola debe parecer, que risa que me da, yo aquí adentro ya me empiezo a desesperar, si el tiempo no pasa pronto, capaz que salga antes que ustedes me quieran sacar, dale que dale al tiempo, tu parecieras decir, siento el calor de tu presencia y el mundo de los demás, me ilusiono con ser de esos que gozan de la noche hermosa, de esos que gritan de alegría, pero si todo no es como parece, me conformo con tenerlos a ustedes dos, serán todo mi mundo cuando yo esté allí, no habrá más noches oscuras, la tierra se estremecerá y el sol en algún momento tendrá que salir, que pase luego el tiempo, mi alma no aguanta más.
Qué extraña sensación, de tanto hablar ni cuenta siquiera me di, parece que el momento llegó, algo me empuja hacia esa enorme luz, se escuchan quejidos y algunos gritos también, dale, dale, que ya está aquí, alguien pareciera decir, estoy a punto de salir, mi pobre corazón pareciera estar por estallar, no se quien tiene mas emoción, si ustedes que esperan afuera, o yo, que no se ni para adónde voy, apaguen esa enorme luz, suéltenme de una vez, adonde me quieren llevar, que quieren de mí, me das de palmadas una y otra vez, parece que tendré que ponerme a llorar, un escándalo les armaré, total ya estoy aquí, ya no me pueden echar, me pidieron que a este mundo viniera a vivir, y con ustedes me voy a quedar.
Adonis Palomar
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