viernes, 25 de noviembre de 2011
UN HADA, UN DUENDE Y UNA REALIDAD
El tiempo corre de prisa en medio de los agitados días de fin de año, casi todos los mortales de esta tierra, prenden sus fuegos en torno al estrés del fin de temporada,el mundo es como aparece en cada jornada, pero en medio de la verdadera realidad, pasa desapercibido el mundo de los cielos invisibles de la fantástica irrealidad, es así como me encontré caminando en medio de sueños de media noche. Pasé en medio de mis huesos y caminé sin mis zapatos para encontrarme de pronto en un camino de Hadas, Enanos, Duendes, Princesas y todo un enigmático mundo de la nube que uno cree que no existe, pasó el tren de las pequeñas cosas y me senté detrás de la puerta a ver el dilema de vida real de lo irreal, en cada alegría existe una amargura, ella, una pequeña y estilizada Hada, él, un simpático Duende, la música se detuvo por algunos segundos, -cualquier circunstancia, la que sea, todo está a nuestro alcance- dijo el duendecillo, -ya tendrás ocasión de demostrármelo- dijo ella,-eres bien aventurada en tu reino- replico el pequeño de gorro verde, -cada loco con su tema, contra gusto no hay disputa, eres un pequeñín y yo una linda Hada, soy partidaria de las voces de la calle y tú, que, que, que-, la razón parecía no estar en el aire, los amigo, los compañeros, los amantes, estaban entrando en el mundo de los terrenos reales, se mostraban humanos y no imaginarios personajes de nuestros sueños, faltaba la risa para echar a andar las ilusiones, un día más, todo pasa y nosotros también, el mundo de los sueños vive sus pompas de jabón, que es la realidad y la irrealidad en medio del suspiro de la felicidad, la senda de los poetas, los soñadores, las fantasías, todos viven en medio de los cantos de peregrinos, el irreal mundo también vive sus encuentros, el Hada feliz y el travieso Duende, se encuentran con los momentos de fuerzas bestiales, ellos se debaten por sobrevivir como niños silvestres en medio de las calles de los mortales humanos, por la noche esconden sus privadas vivencias y saltan a los caminos de nuestras desesperanzas y frustraciones, guardan sus penas e intolerancias, y en medio de oscuridades encienden sus almas para dar alegría a las exóticas sombras humanas, regalan canticos, saltos, risas e historietas, echan a correr la liebre y corren la cortina para dar paso a las ilusiones que traen de la mano los sueños nuevos, renacen las estrellas y dejan saltar al universo de nuestro real mundo, su irreal y fantástica fantasía, allí van, Hadas, Enanos, Duendes, Princesas y todo el enigmático mundo de la nube que uno cree que no existe, salpicando nuestras penas y tristezas, los momentos que necesita el acalorado y trastornado mundo real, vive gracias a los personajes de nuestros sueños, ellos, seres fantásticos, viven su mundo real dentro de su inexplicable irrealidad, sorbos cortos de madrugada y saltan las fantasías de miles de personajes que tienen realidades tan propias de un mundo de sueños.
Adonis Palomar
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