lunes, 26 de septiembre de 2011
MOMENTOS PARA VIVIR DE VERDAD
La vida está hecha de innumerables momentos, instantes que marcan nuestra existencia, el viejo árbol que nos pone frente al espejo de nuestra realidad, nos muestra los follajes y matorrales que pasamos en el deambular por el tiempo, los momentos que rasgan el alma son innumerables, nuestro caminar se hace lento y pausado cuando miramos el reflejo de nuestras vidas en nuestras descendencias, gotas de nuestra sangre, gotas de nuestra vida, son ellos el comienzo y el final, ahí están, el tiempo reflejado en la anciana abuela y el futuro que la refleja en el resto de sus días, son ellos, viven momentos de distintas épocas, la mirada extraña, la mirada de los años, reflejos de los momentos vividos por la vieja abuela y sus nietos, sorbos de momentos de vida joven, sorbos de momentos de vida pasada, nada se esconde, el paso de los años se mescla con la fuerza de la noble juventud, arrollador lazo de amor, inmutable lazo de una fuerza de historia, ellos la atrapan y la mecen con la música noble de jóvenes corazones, un año más llega al fondo del alma de una abuela, sorbos cortos para saciar la sed del viejo árbol, ese que en cada momentos marca los pasos que vamos dando incansablemente, hoy la abuela celebra un año más, ellos, los jóvenes corazones la regalonean, la acarician, la sueñan, la sienten, la llevan muy adentro, la llevan como sueño de una historia, como momentos de una vida que corre con la existencia del amor, vamos abuela, son parte de tu carne, son parte de tu vida, son parte de un camino recorrido, ese que los seres de esta tierra deseamos para nuestra mirada, la imagen queda en el presente y se plasma en el futuro, viejos hechizos que se mesclan con la fuerza del fruto de una generación que se va y otra que comienza a correr por la vida, esos son los momentos que no podemos dejar escapar, cuando la vida nos da la oportunidad de ver la noche y clarear la madrugada, no podemos decir que no, no podemos desatender lo que es una bendición, la vida corre muy de prisa, cuando cerramos los ojos, es de noche, al volver a abrirlos, la mañana a llegado, esos son los momentos de la vida, momentos que son ofrecidos para vivirlos, no podemos dejar el cajón cerrado, cuando tenemos la oportunidad de mirar el pasado, el presente y el futuro, la anciana abuela está aquí y los jóvenes también, son los momentos preciados, son los momentos de valor real, son los momentos que la vida nos suele regalar, momentos en que el viejo árbol se presenta ante nuestros ojos, inmutable ante la realidad, nos fija ante las almendras y las rosas, nos mira caminar y encierra los sueños, encierra los momentos de unos sorbos de vida que no debemos dejar escapar, los jóvenes se retratan con la vieja abuela, saben que viven el presente y el futuro, el pasado ya vendrá, el viejo árbol, desde un rincón siempre mirando estará, somos nosotros los que debemos agradecer, la vida pasa como un soplo fugas, si no estamos alertas, cuando volvamos a mirar ya muy tarde será.
Adonis Palomar
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