viernes, 13 de mayo de 2011

PAYASO DE LA VIDA


El Payaso triste, camina cual retículo de esperanza en la noche fría, por el día, ríe y salta, juguetea con la brisa temporal de la vida siniestra, los antecesores de los palomillas van y vienen tras de él, es una careta más de la comprometida realidad del hombre actual, abofeteado por las margaritas y las palmadas de la violenta armadura de la sociedad, reflejos de aquel hombre y esa mujer que simplemente corretean por las calles del atormentado pasadizo de la humilde sanidad, siéntelo payaso, siente como la gran bulla del trueno y el grito de la tarde, te inspiran para tu nueva actuación, esa que día a día, trama el enfrentamiento de la alegría y la tristeza. Como gondolera y sus pétalos de ramas secas, va el payaso, va nuevamente marcando la melodía de la vida, un rato de alegría y otro de amargura, así va el de la cara pintada, ese que tiene gotas de sudor y pena, ese que da y que también recibe, caminando por la vereda de enfrente, se mira reflejado en la solera de la amargura de su vida, vuelve a saltar y vuelve a reír, es necesario para vivir, el hombro está recogido, el hombre esta remecido, ella y también el, parecen sombras del paradero final, en la callejuela se divisa la nueva canción, el gentío tararea la melodía, dum dum, dum dum, en la oscura plataforma de la pista ya está empezando la nueva función, como otra jornada, es la hora de actuar, caminos y nuevas pisadas por la vida, todo va y viene otra vez, los que ríen, los que lloran, los que juega, los que ganan y también los que pierden, todos marchan para ver otra actuación, el payaso se prepara para mostrar nuevamente su cara pintada, total que más da, su verdadero rostro jamás se verá, él puede actuar sin temor a mostrar su realidad, puede reír y también llorar, puede saltar y luego caer, puede pedir y también dar, puede ser sincero y también mentir, puede odiar y también amar, puede hacer lo que quiera para satisfacer al público en general, más en su propia soledad, la verdad de su corazón guardará, cuando el cansancio venza al cara pintada, los sueños lo harán viajar, quizás la vea a ella, a esa vida que un día soñó, a esa ilusión que ennoblece su espíritu, la noche caminará solitaria, mientras el payaso sonríe en medio del sueño, deambularán los diferentes momento del pasado, del presente y del futuro, la luz de la mañana volverá a despertar al hombre real, le indicara que es hora de pintarse nuevamente, la función otra vez comenzará, ya llegará nuevamente la noche, para volver a soñar.
Adonis Palomar




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