martes, 30 de agosto de 2011

CUARTO OSCURO


Cuarto oscuro que no reconozco, luna nueva, sensaciones de tu presencia, charco de agua, me pongo acá o por allá, te siento y siento a los demás, ruidos y sonidos que no sé cómo describir, mundo extraño y sensible, vieja estación, música o campanas del universo, trago un poco de manjar, se tumba el calor de la chimenea, tengo que esperar, me abrazo nuevamente a ti, caminamos por donde tú quieres ir, parece que tengo que seguir esperando, ya tendré que salir, estrecho mundo que no ve el mar, siento las callejas de polvo y piedras, una canción se repite y la escucho una y otra vez, me pregunto que es nacer, donde tengo que ir, una vos nuevamente resuena afuera, eres tú, te reconozco sin saber cómo eres, dos voces, tres risas, un silencio, que emoción, parece que soy el centro de la atención, yo también trato de reír igual como lo hacen ustedes dos, te molestaré, nuevamente necesito algo de comer, mis nervios despiertan un apetito infernal, tu estarás a mi llegada, espérame sin desesperar, quizás sea una hermosa muchachita que salte con la emoción, o tal vez un vigoroso pequeñín que mañana sonría con lo que tiene que encontrar, mi pensamiento se mueve con rapidez, pasa el tiempo y aun estoy en cautiverio, es hora de cenar, de saltar, de tropezar con mi propio pie, me cae algo que ni se que es, acá estoy, como una cosa o un nuevo ser, no se si seré una casualidad o producto de eso que escucho decir que se llama amor, que cosas pasan allá afuera, un viento te mueve con él, me llevas adónde vas, ni siquiera puedo opinar, solo los escucho hablar, mientras corre el tiempo suelo pensar, quizás tu no sepas que acá adentro, la vida es apacible, algo incomoda y con poca comunicación, si me muevo mucho, sueles reclamar, cuando me duermo te sueles preocupar, es difícil vivir así, ni se cómo me debo ubicar, allá afuera no sé cómo será, espero que el mundo nuevo sea mejor, acá adentro ni lo puedo imaginar, poco a poco pasan los días, este cuarto además de oscuro cada vez está más estrecho, yo me miro y ni me puedo reconocer, todo me ha ido cambiando, en un comienzo era como un gusanito, ahora ni me puedo identificar, pienso que tu panza una bola debe parecer, que risa que me da, yo aquí adentro ya me empiezo a desesperar, si el tiempo no pasa pronto, capaz que salga antes que ustedes me quieran sacar, dale que dale al tiempo, tu parecieras decir, siento el calor de tu presencia y el mundo de los demás, me ilusiono con ser de esos que gozan de la noche hermosa, de esos que gritan de alegría, pero si todo no es como parece, me conformo con tenerlos a ustedes dos, serán todo mi mundo cuando yo esté allí, no habrá más noches oscuras, la tierra se estremecerá y el sol en algún momento tendrá que salir, que pase luego el tiempo, mi alma no aguanta más.
Qué extraña sensación, de tanto hablar ni cuenta siquiera me di, parece que el momento llegó, algo me empuja hacia esa enorme luz, se escuchan quejidos y algunos gritos también, dale, dale, que ya está aquí, alguien pareciera decir, estoy a punto de salir, mi pobre corazón pareciera estar por estallar, no se quien tiene mas emoción, si ustedes que esperan afuera, o yo, que no se ni para adónde voy, apaguen esa enorme luz, suéltenme de una vez, adonde me quieren llevar, que quieren de mí, me das de palmadas una y otra vez, parece que tendré que ponerme a llorar, un escándalo les armaré, total ya estoy aquí, ya no me pueden echar, me pidieron que a este mundo viniera a vivir, y con ustedes me voy a quedar.
Adonis Palomar

No hay comentarios:

Publicar un comentario