martes, 23 de agosto de 2011

CUENTO DE UNA PRINCESA DE MEDIA NOCHE


Puedes creer que eres cenicienta de media noche, deja correr el alma y ponte a bailar, se acerca el tiempo de primavera, encontraré tu zapato antes que llegue media noche, quizás sea como aquella vez, cuando el señor destino te trajo para una vida entera, sin embargo cada día era como cada noche, en aquella ocasión quedé encantado con un embrujo de vientos otoñales, esa llave que abrió la puerta de ese hotel, abrió el alma de nuestros sueños, un pañuelo ocultó tus secretos y mezcló mis cuentos con tus historias, el lunes nos engaño con un café y un suave rose de nuestros cuerpos en medio de una alfombra de pecados inocentes, almas secretas en medio del cielo y el infierno, estas allí, cenicienta que bailas y escapas de furtivos galanes desconocidos, presurosa vas en busca de mi mano para escapar antes de media noche, casi no te veo venir, miro por la ventanilla ajeno a tu presencia, el revisor de destinos juega sus cartas, te pone en mi camino y el sombrerero sonríe, ya está hecho, la bella está frente a mi, re diablos, casi pasa por mi lado y no la descubro, es la princesa de la noche, no se me ocurre nada, enciendo un cigarrillo y la miro como obnubilado, dejaré de fumar, total ella es una princesa y yo, que mas da, a pasado el tiempo y quizás ya no estés, pueden venir otra damas que pierdan su zapatillo de cristal, pero serán otras, otras quizás mas bellas, quizás con otros encantos, pero otras, es como la noche, muchas noches, muchas madrugadas, pero nunca como esas en que caminábamos de la mano por esa larga avenida, noches de largas jornadas, noches de cenicientas mágicas, galopando entre tinieblas, a esas horas ya no éramos desconocidos, venían los vagones hipnóticos, y nos dejábamos llevar en medio de escrituras y aventuras diarias, pasado de una bella que ya no está, flor de presente y futuro, cenicienta que el viento lleva en su regazo, tiempo que no fue tiempo, palabra de un cuento dulce y verdadero, cuento de una noche oscura, cuento que se deposita en los rincones del alma, ahora el silencio borra el pasado de un sueño, el presente no te tiene, el futuro no refleja tu silueta, en mis manos tu zapato de cristal, es hora de tirarlo, cerraré los ojos y lo dejaré caer, las bestias y la luz lo llevaran por allí, en cada valle, en cada viento, en cada tierra estará la historia de la princesa que a media noche conocí.
Adonis Palomar

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