lunes, 28 de marzo de 2011

EL CELADOR Y SU MANADA


Cuidar de la manada es parte de la vida, como dice la vieja leyenda, el hombre tanto como el lobo, luchan, vibran y comparten con quienes son parte de su vida, pueden entregar hasta su propia existencia por quienes son el motivo principal de su estada en esta tierra. El hombre que proyecta su futuro con una escala de valores dignos, acerca la visión de la pureza de su ser, a la máxima de la existencia, el giro de la vida muestra que todas las cosas del universo, funcionan en su máxima expresión cuando tratamos de encontrar el equilibrio, este está presente en nuestras vidas en muchas ocasiones, solo debemos abrir nuestros ojos para que el soplo de esta fuerza, llegue a nuestro corazón, inunde nuestra alma y de felicidad a nuestra vida, esa fuerza extraña y verdadera revolotea en nuestro entorno, marca la vida y eleva la esperanza de una existencia verdadera, es el grito del lobo, es el grito del hombre, ese que busca sin descansar, ese que tiende la mano al equilibrio natural, equilibrio de mujer, de compañera ideal, el camino como un par, ese es el celador, el que cuida el sueño y el despertar, con ella a su lado siempre la fuerza tendrá, así, el hombre y la hembra, hechos están, como el grito animal para ir juntos por el camino ideal, si el lobo lanza su grito al viento infernal, es por que su par a su lado no esta, la tierra, el agua y el sol, no importa la forma en que han de caer, cada uno es parte del giro que se tiene que dar, volver a caer y volver a empezar, la fuerza que el hombre tiene que tener, es igual al equilibrio que con ella se debe marcar, juntos, uno con otro, la vida siempre lo va a dictar, ella, mujer o hembra la especie que tenga que ser, al lado de el, marcando un camino hasta su final, ese es el equilibrio que busca la vida ideal, noble y duradera, simple y fiel en su transitar, es la luz de un sendero de vida, es la luz del que lucha por su manada, es la luz del heredero real, es la marca de los que caminan en busca de la verdad, verdad que mueve los sentidos y la razón, la pasión y la quietud, esa que nace del interior, que crea el odio y el amor, que hace fluir la sangre como un manjar, ese es el equilibrio ideal, junta la fuerza y la dulzura de la pareja celestial, el hombre y el animal, buscan hasta encontrar, cuando tienen a su lado a la hembra de verdad, esa que lame la herida mortal, esa que desnuda su cuerpo puro y celestial, que por nada han de transar, esa que llena el espacio en la vida y el mas allá, esa que traspasa la misma verdad, por donde nada mas se debe buscar, esa que no puedes dejar de amar, esa es la que da la fuerza y completa el circulo de la existencia de la manada universal, es la hora que se debe cuidar, es cuando el hombre refleja la silueta del lobo al pasar, cuida por siempre a su manada hasta el final.
Adonis Palomar.

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