viernes, 7 de octubre de 2011

COMO UNA SOMBRA EN EL FAROL


Como una sombra en la esquina, junto al farol de medianoche, estaba el gato triste, el teléfono sonó en el balcón del tercer piso, rodó entre dos estaciones y una historia que traía al viejo jinete, en el pueblecillo volaba el recuerdo escondido, tenía una novia morena que abría el sentido en la madrugada, jugaban al juego prohibido, sin mirarse al espejo se fue con la luz del farol, al guardar su ropa dejó su capa roja, se acabó el jaleo y monto un invento, en donde cantaré, el amor no entendía la cama vacía, revelaba la verdad del manojito de luciérnagas, la risa burlona atravesó el poblado del silencio, la noche palmeaba los sentidos entre cantares de esperanzas, le gritaba al despertar, entre la compañía y la soledad, el manojito de la verdad, entre tú y yo, la soledad, el tiempo no se pierde, no se puede exigir deudos si no tenemos al muerto en medio del baile, no pediremos juegos sin renunciar a todas las pertenencias, nadie mandará lo más mínimo si no logra lo más esperado, de vez en cuando la boca nos pasea por calles de sabores dulces, estamos en manos del destino, la vida puede tomar un café y ser bonita de verla, en ocasiones nos regala un sueño escurridizo, a los que quieren de ella y saben usarla, pueden despertarse en medio de esa feliz calabaza, música y más música si quieres ser sincera, la llama de la fe alumbra sobre cualquier mal, la agenda del perfume del barrio, anima el baile del pellejo del gato del farol mágico, son dos boletos para la función de esta noche, la luna hará un giño y otra vuelta en el aplauso del balcón, los ojos se llenarán de cascabeles, los pantalones del humo del sur, la noche será corta por llegar al día que anima nuestro baile, de lo que fue y lo que será, la magia dará al felino el nuevo sueño, quizás mañana esa ventana que muestra el sendero, nos enseñe el feliz baile del gato forastero. Alimentaremos fierecillas mitológicas, inflaremos los corazones con nueva sangre real, escarbaremos la tierra con los dientes, el amigo caminará y besará a su felina amiga, volverá a su vieja madriguera, saltará por los andamios y tejados del poblado, hablarán de tantas cosas, ronronearán sus sentimientos, será como un gato estirado por el orgullo, cuando tome dos copas las emprenderá con su gran corazón, descubrirá un poema al revés, desde entonces dedicará a su damisela, una adaptación de la vieja servidumbre, no permitirá que la orquesta del bosque suene con prisa y sin pausa, preparará el platillo preferido, el pescado del rio clarillo saltará como música apocalíptica en el sartén, no manipulará la razón de la verdad, saldrá en la foto del gran musical, y volverá nuevamente al viejo farol con su musa de cola encrespada, la abrazará con su filuda garra y le susurrará al oído un sensual pensamiento, ella cerrará un ojo y lo hará saltar en la mullida cama, el gato triste ya no estará, el teléfono sonara en el balcón del tercer piso, pero él ya no contestará, estará dormido junto a su vieja compañía.
Adonis Palomar

No hay comentarios:

Publicar un comentario