lunes, 11 de abril de 2011

VIVIR DE VERDAD, VIVIR AHORA


Es lamentable que en ocasiones para ver cuanto vale la vida, uno tenga que mirar para el lado, hoy, dando un vistazo a las paginas de un diario, me enteré del lamentable accidente automovilístico, que cobró la vida del diputado Juan Lobos, un joven medico dedicado a la política, con un futuro con gran esplendor, viajé junto a él no hace mucho tiempo atrás, no lo conocía mayormente, pero el poco contacto que logré tener con su persona debido a mi trabajo, me indicó que era un hombre que la vida le entregaba muchas cosas positivas, en una oportunidad lo escuché cantar alegremente y animar una velada con diferentes amigos, no era un erudito en las artes de la guitarra, pero tenia un gran entusiasmo que lo hacia aparecer como un gran animador de todas las veladas a que asistía, hoy ya nada queda, eso no esta, es lamentable, como dije en un comienzo, tener que recurrir a hechos como este para bajar a tierra y ver cuan débiles somos los seres de este mundo, hoy si, mañana no, muchas veces no logramos darnos el tiempo para valorar cosas insignificantes que son de suma importancia en la vida de todas las personas, pasamos sin ver lo que tenemos, pasamos sin valorar aquellas cosas que en verdad nos enriquecen, somos tan frágiles que ignoramos cuanto podemos tener y en que momento podemos perderlo todo, y no me refiero meramente a lo material, cosas que en la vida de un hombre o una mujer, no son lo mas significativo, estoy planteando aquellas cosas que hacen la verdadera esencia de la vida, los verdaderos valores que crean el fin mismo de la existencia, esas cosas que hacen nacer desde adentro los finos sentimientos, la pureza del dolor y la alegría, esas cosas que emanan de lo mas profundo del ser, sensaciones que alimentan el alma, miramos a nuestro lado y están nuestros hijos, nuestra familia, nuestra vida, esas cosas que al pasar de carrera no las tomamos muy en cuenta, son los polvillos de la vida que vuelan con el viento de nuestras sensaciones, así es, a si somos, corremos por la vía de la vida sin detenernos unos segundos para meditar y enviar al aire una simple reflexión, la vida es frágil, no sabemos cuanto dura, no sabemos donde estaremos mañana, no sabemos si todo aquellos que nos hace vibrar será para el futuro o será para nunca. Amigo Lobos, lo único que puedo decir en estas simples palabras, es que quizás este viaje que hoy inicias sea un nuevo camino en tu futuro eterno, para los que quedamos en esta tierra, tu partida quizás sirva para dar inicio a un despertar, el inicio de un creer que la vida esta junto a nosotros día a día, el inicio a la valoración de una verdad irrefutable, sentir de verdad la vida, sentir de verdad lo que somos y tenemos, gozar y tener en nuestras manos esas pequeñas cosas que dan sentido a nuestra existencia, ser sinceros con nuestra alma y creer que el estar en esta tierra es mas que el solo hecho de cerrar los ojos y negarnos a ser felices, muchas veces vivimos sin vivir, el paso por este mundo es tan fugas, que si no somos capaces de ver lo pequeño dentro de grande, lo bello dentro de horrendo, la verdad dentro de la mentira, la felicidad dentro de la tristeza, no veremos la verdadera vida. Si no sabemos valorar la simpleza que hace grande la existencia del ser humano, nuestra vida no sirve de nada, está junto a nosotros día a día, exigiendo que vivamos de verdad, no podemos dejarla pasar sin mirarla a los ojos, ella quiere ser parte nuestra, ahora, no después, si eso no ocurre, quizás no tengamos tiempo de volver a vivir.
Adonis Palomar.

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