viernes, 5 de febrero de 2010

OPINION DE ELLAS


Que grado de odiosidad y de amargura veo en muchas mujeres de nuestro país, en relación al trato y convivencia con sus hombres, e seguido los comentarios que se publican en una revista dedicada a temas de mujeres, en relación a una pregunta formulada días atrás,”están los hombres preparados para tener una mujer proveedora que gane mas que ellos”.
La verdad es que me interesa enormemente leer diferentes temas que tienen relación con el hombre y la mujer, sobretodo cuando se refieren a la situación de compañeros en la vida, leí varias opiniones que emiten distintas mujeres, el mayor porcentaje de ellas muestra un alto grado de molestia y rencor, contra quienes pueden ser sus propios maridos, pololos o compañeros de toda una vida, me duele profundamente tener que leer opiniones de quienes para muchos de nosotros son el ser mas preciado en esta convulsionada tierra, creo que se debe enfatizar en la idea de armonía, unión y complementación, es hora de dejar de lado esas odiosas comparaciones de machismo y feminismo, somos hombres y mujeres, seres con iguales derechos y obligaciones, nos debemos el uno para el otro, el amor es un sentimiento que no mide sexos, es para ambos por igual, fijemos rumbos paralelos y no creemos odios innecesarios, vivamos como compañeros mirando el futuro compartido. Nuestra sociedad se hace cómplice en crear situaciones engorrosas y conflictivas entre hombres y mujeres, día a día vemos aumentar los conflictos en las parejas, matrimonios que caen por distintas instancias, la despreocupación por el otro, desmotivaciones sentimentales, etc. La sociedad actual exige tanto a mujeres como a hombres una gran dedicación y un alto grado de preocupación por los diferentes conceptos que enmarcan una vida moderna, excesivo éxito económico y profesional, despreocupación por los valores de la familia, y una entrega desmedida por cuanto consumo exista. Tanto los hombres como las mujeres, debemos despertar, tenemos que enfrentar de una vez esta dura batalla, conformar y comprometer valores y sentimientos en pos de un objetivo central, compañeros por siempre, leales y fieles, fuertes en las dificultades, creando una sólida unidad que permite dar estabilidad a la sociedad en general, sobretodo fortaleciendo a la familia, núcleo central de la vida en el planeta.
Adonis Palomar



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