jueves, 4 de febrero de 2010

COMPITIENDO CON EL SEXO OPUESTO


Un foro en una revista de circulación nacional, planteaba una pregunta sobre una situación que se da actualmente en nuestra sociedad, “están los hombres chilenos preparados para tener una mujer proveedora que gane mas que ellos”, buena interrogante y buen tema de discusión, pensé, pero de inmediato me salto una duda, por que siempre tiene que haber un cuestionamiento en torno a temas que son de una relación mutua. El hombre, en la medida que la sociedad a planteado los temas de igualdad de genero, a tenido que asumir su responsabilidad en lo que le compete, en lo personal yo siempre trato de ver las distintas situaciones del hombre y la mujer, como un tema de seres humanos, personas, con derechos y deberes, en relación a este tema, mi visión es clara, muchos hombres no están preparados para sumir esta problemática, pero están obligados a aceptar las condiciones de igualdad entre ellos y las mujeres, como personas nos debemos al otro sin mirar el sexo que tenemos al frente, de acuerdo a este foro, planteé la situación desde otro punto de vista, están preparadas las mujeres para asumir la situación cuando ellas ganan más. En la actualidad se muestra en diferentes oportunidades, a mujeres en desmedro, perjudicadas por la situación económica o social en relación al hombre, pero generalmente no se toca el tema relacionado con las mujer que tienen ingresos mayores que el hombre, sin intención de parecer injustos con unos o con otras, creo que en la actualidad muchas mujeres producto del sistema social en que vivimos no tienen la capacidad para asumir moral y valoricamente el concepto de equilibrio que se debiera producir con su contraparte, muchas mujeres que tienen ingresos superiores a los hombres no tienen plena conciencia de lo que representa el problema, los desequilibrios que se producen son un tema de alta gravedad social, el hombre, ya sea por una cuestión practica o como resultado de una sociedad que le endosa roles de protección, transformándolo en un potencial proveedor, tiene mayor conciencia de su estado económico y de su compromiso con su contraparte. La mujer, (especialmente profesionales y de estrato social alto), actúa generalmente en forma más egoísta, independiente y menosprecian el estado de quien comparte su vida. No quiero parecer mezquino con aquellas mujeres que tienen una alta visión de la situación y que miran a su compañero como un todo integral y no como una competencia económica o social, nuestra alicaída sociedad, tiende por lo general a enfrentar a mujeres y hombres, a compararlos, a rivalizarlos, pero no genera políticas que los enriquezca mutuamente, no genera estados de unión y de entendimiento, se tiende a crear seres desaprensivos, excesivamente liberales, desinteresados el uno por el otro, estos estados sociales provocan una alta competencia entre los sexos opuestos, no apuntan a engrandecer la unión y el equilibrio en una pareja, hombres y mujeres, como leales compañeros que se deben ver como tales, apuntando a una relación armónica y de encuentro en los distintos factores que plantea la vida. Nuestra sociedad es tan egoísta, que trata de implantar modelos que generen competencia, generen rivalidades, cuestiones que al sistema le sirven para dar vida a potenciales servidores y consumidores individuales. En el foro planteado por esta revista, se busca identificar claros conceptos del comportamiento del hombre en relación a la mujer, pero no hace un aporte esencial a como deberían ser ciertos parámetros sociales, que ayuden a la convivencia entre hombres y mujeres, en la actualidad el sistema social imperante a llevado a provocar altas rivalidades en el hombre y la mujer, quienes en lugar de compartir se dedican a competir.
Adonis Palomar

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