miércoles, 6 de julio de 2011

SILUETA DEL PASADO


Un día una sorpresa, un día una palabra, una Silueta del Pasado, una pintura del alma, una figura del recuerdo, no te reconocí, el tiempo había jugado con nuestros pensamientos, parecías una nebulosa encantada, nuestras miradas transformaron el pasado en presente, te miré cuando detuviste tu caminar, tu voz pareció romper el silencio de la tarde, fue como un tenue gemido, sonreíste y trajiste a nuestro lado recuerdos de grato placer, tu figura que en un instante fue como una Silueta del Pasado, dio luz y calor al momento, nuevamente estas aquí, quizás solo unos instantes, quizás para siempre, da lo mismo, lo importante es que tu presencia es un sentimiento que no ha muerto. Caminemos juntos unos pasos, recordemos eso que acabas de decir, me invitas a viajar al pasado, me incitas a volver a momentos gratos, me trasladas a instantes ya olvidados, es como ver una vieja película guardada en un baúl, es hermoso recordar, es una verdad que no puedes olvidar, te paras de frente y tus huellas comienzas a dejar, el tiempo con espesas hiervas trata de cubrir el camino recorrido, pero como dijiste en un momento, lo verdadero no se olvida, lo importante no muere, lo que llevas en tu interior queda allí para siempre, puede dormir por largos periodos, puede parecer que ya está en el olvido, pero basta un crujido del alma, y el pasado está de vuelta, llega no solo con el dolor, trae también la alegrías, trae toda una vida, esa que tú ahora me recuerdas, con cosas simples y verdaderas, eres una Silueta del Pasado, te trasladaste al presente, llegaste sin avisar, miraste por la ventana y abriste el corazón, ahí estaba yo, sin siquiera saber que vendrías, fue como un soplo que llegó en el expreso matinal, Silueta del Pasado, disculpa si te había olvidado, pero un ser imperfecto tiende a perderse en la rutina de un día nublado, por suerte el destino se encargó de ponerlo todo en su lugar, ahora suena una música que acompaña nuestra charla y nuestro caminar, escucho tu relato y tus palabras suenan como violines al acorde de un piano singular, guardo silencio ya que no esperaba volverte a encontrar, respiro profundamente y doy gracias el poder recordar, mencionas parajes, historias, melodías y toda una vida que parecía ya no existir, que hermoso es poder recordar, sigo en silencio y nuestro viaje continua sin desesperar, por nuestro lado pasa la gente e ignora que estamos en un lugar donde ellos no están, es nuestro espacio, quizás sea pequeño y dure un momento inmortal, pero eso no tiene que importar, trajiste mil recuerdos que son más que una playa desierta en medio de una noche otoñal, por donde quiera que vayamos esto no lo podemos dejar pasar, en esta ladera nos sentaremos unos instantes a meditar, mientras el viento arrastra una melodía de Serrat, es como estar cerca del mar, la vida en estos instantes frente a nuestros ojos pareciera estar, ella no es un regalo que llega de los cielos sin que se deba valorar, está aquí y va junto a nosotros como un despertar, así es, Silueta del Pasado, llegaste para recordarme que cada quien es cada cual, cada uno da valor a la razón, a la fuerza y al instinto universal, prefiero el camino y el caminar que me haga meditar, disfrutaré estos momentos sin pensar, soy cómplice de cada locura de la razón, me cogiste con la fuerza de tus días, apretaste mi mano como si todo fuera a acabar, si te tienes que marchar y todo en una leyenda se tiene que transformar, colgaré de tus prendas un árbol de fantasías, para que en los próximos atardeceres no seas más una Silueta del Pasado.
Adonis Palomar.

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