viernes, 29 de julio de 2011
CARTA PARA DESCANSAR
Cuando falte sangre, cuando falte aire, una carta podrá llegar, traerá noticias de un mundo que siempre estará allí, lleno de vida, lleno de pensamientos que anónimamente saltan mirando el eterno horizonte, los comediantes que nada saben de la amargura extraña, dibujaran historias que logran planear una interesante verdad, así amanece el día siguiente, en esta historia podemos ser uno de aquellos, esos que ríen, esos que gritan, esos que caminan, esos que miran la vieja cabaña que está en la memoria de ellos, esos que al volver la mirada recuerdan el canto del viejo jilguero, el pequeño gorrión que llega de la nada y revolotea con sus escasas plumas, esas cosas son las que volvemos a ver y a oír, la mañana de descanso está de regreso otra vez, un secreto llega de lejos en la vieja carta del fin de semana, cuenta tiempos de rosas, de leche caliente y tostadas con mantequilla, el viento sonríe y arrastra la carta que esperan todos al finalizar una nueva jornada, bien aventurados esos que sufren emociones fuertes, todos esos que son informados cómo va la cosa, esos que buscan la manera de brindar por que llega nuevamente el día del descanso junto al viejo ciruelo, a paso firme amamos los mismos recuerdos, esos que nos hacen mirar por la vieja ventana, se cuela de contrabando la niñez de los amores enanos, la risa y el llanto, el cabro chico que se pone el calcetín, el perro que ladra y el agua hervida lista para él te o el café con leche, tiempos pasados, tiempos presente, da igual, es la carta que nos hace mirar la senda que está en cualquier lugar, cartas que solíamos enviar, cartas que solíamos recibir, alimento para el corazón, alimento que nos hace ilusionar, alimento de una mañana que nos hace respirar, juguetea con nuestros días de primavera, mañanas de descanso, una melodía que viene del mar, ella no se puede equivocar, sea la hora que sea, todo da igual, es otro fin de semana que está por llegar, del sur, del norte o de la zona central, no podemos dejar que se esfume, es la historia de la carta que nos suele llegar, mientras estemos todos juntos que nos puede importar, es la magia de un nuevo descanso que la carta del recuerdo nos vuelve a recordar.
Adonis Palomar.
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