viernes, 22 de julio de 2011
OJOS DE VERDAD
Miradas desde lo profundo, miradas de sentimiento limpio, pureza y sensibilidad de alma inocente, reflejos que marcan una pregunta a este mundo, cuando, cuando, me puedo ir tras una nube para poder pensar y volver a preguntar, es así, la inocencia de seres que ruegan y piden una y otra vez por ver una flor en el horizonte, ojos de inocencia, ojos de esperanza, ojos de verdad, sonríen en una simple callejuela, y miran nuevamente la simple realidad, no son como muñecas que mantienen el aire y fingen una sonrisa impuesta por una falsa realidad, ojos de verdad, sentidos de palmas y sonrisas del corazón, te tengo entre mis manos y pasan los días, y pasan los años, y pasa la vida, en cada calle, en cada valle, en cada sitio, el hombre con su mujer caminan presurosos en busca de sus ojos, esos que esperan en la vieja cabaña, las cuatro varas protegerán su descanso, ojos de verdad, son nuestros ojos, cien años pasan, son vida de ayer, es vida de siempre, empecinados buscamos lo sublime, me dejo llevar por la fuerza de sus miradas, sentidos en lo cotidiano, cada paso con lágrimas tristes y alegres también, belleza en los soplos de libertad, en el monte damos fuerza a los sueños de tiempos verdaderos, es cuestión de piel, es paradigma de un sonido del alma de un pequeño ser, ojos que impacientan el amor, ojos de verdad, llega el temporal de amor, ahí están ellos, mirando con su humildad, cargan con la libertad que le da el corazón, saltan con cualquier historia, y van trasmitiendo sus sencillas sensaciones, música y brincos de ojitos que rondan las locas siluetas de todos los vecinos, esos que en cada barrio rinden tributo a la vieja Marínela, esa que narra cuentos de dos y medio, hace brillar las bolitas en sus orbitas y reparte la marraqueta caliente a la hora del té, esa vieja que van queriéndola de verdad y con frenesí, saltan de gozo esos ringletes, soberanamente nuevamente los besaré, y oigo otra vez ese viejo trombón, ellos nuevamente estarán mirando al más allá, y de reojo al más acá, manojillos de contrabando, un aristócrata puede ser, mas, es mueca burlona, aun sabemos sonreír, demos todo lo que podamos, un niño, una ternura, unos ojos de verdad. Dejemos las necedades, es cosa de ver y no solo mirar, es más sencillo de lo que pueda parecer, es por aquello que un día dijimos, o tal vez creímos decir, yo no quiero que tengas ganas de llora por penas que partan tu corazón, yo quiero que llores por una dicha verdadera, que rías con el corazón de felicidad que mata, puede ser dos veces por semana o las veces que tú quieras, al final de tu mirada estarán ellos, llenos de pasión, llenos de coraje y sensación, llenaran tu alma con tu dulce mirada, el mar será como un cielo, la noche será como la mañana, se unirán como las estrellas, tu corazón será tu casa y el alma vera un nuevo porvenir, despertemos nuevamente y llevemos el beso que defenderá la risa de tu mirada, pasaremos la nueva frontera y volveremos a sentir el aire tibio, vuela niño, es la doble jornada, podemos estar satisfechos aunque no sepas lo que pasará, es tu dulce mirada, no existe nada más grande que unos ojos de verdad.
Adonis Palomar
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