jueves, 14 de julio de 2011
CONFESIONES DE UN SER PEQUEÑO
Vagabundear entre sabanas y ropajes íntimos, entre pasillos y rincones, parecieran ser mis grandes motivaciones para vivir y rastrojear entre las personales vivencias de cada individuo, miro y vuelvo a mirar, acaricio y doy bola a musas y galanes de este y de otros mundillos, después de algunos habituales saltos y ejercicios varios, me siento en la esquina de una mullida cama, musito y balbuceo algunas palabritas y palabrotas, el tiempo pasa y jugueteo con ideas que trato de no olvidar, mi pasado y mi presente marcan un futuro de sensibles caricias, riesgos vitales en mi vivir y jugarretas en medio de la vida de mis potenciales víctimas, he vivido muchas jornadas en extraños arenales, he apoyado mi cabeza junto a una triste mueca, mientras estiro mis delicadas extremidades escucho un leve gemido, puede ser dolor, placer o cualquier otra sensación, es el día a día de mi extrema existencia, en un espacio de una nueva jornada, trato de lanzar un sensible pensamiento, que sería de mi vida si no hubiese sol, que sería de mi si fuera un perro y no lo que soy, no me siento esclava ni tampoco un caballero andante, no sé qué sería de mí, muchas veces he sentido la presencia de un ángel que mira como en ocasiones me tienta el diablo, mira de reojo como mi fe trata de escapar al igual como las olas escapan de la orilla de esa playa, me muevo sin reproches, pestañeo y miro el reloj que marca pasada las dos de la madrugada, trato de borrar una mueca de tristeza, me sumerjo entre las sabanas y veo a esa niña como acaricia a su hombre, se abrazan y dejan escapar un conjunto de sensaciones, luego me ubico en una esquina y recuerdo nuevamente mi pasado, que bonito es el cominillo en un pequeño pueblecito al norte de la nada, paro en numerosas estaciones, con frio o calor, con una sombra entre las hembras y los duros machos de cerros espigados, la luna llena alumbra la noche donde me ubico, me cobijo en camas o cualquier dormidero, con damiselas danzantes y otras que no lo son, vale que lloran sus ojos, yo también sufro, muchos creen que salto de personaje en personaje, pero no es así, me caracterizo por ser un personaje incómodo y saltarín, pero en mi interior llevo algo más que un pequeño cuerpo que acaricia a otros sin sentir, no atropello a nadie y digo adiós, trato de no llevar prisa, ya que la muerte está a la vuelta de un suspiro infernal, es difícil no romper el alma, disculpo la soberbia, dejo que canten en medio del amor, no tengo gran valor entre los humanos, pero los conozco tanto o más que ustedes mismos, sudan, se saludan y tratan de recordarse unos a otros, investigo entre sus intimidades, creo en unos y otros, los espero cada cierto tiempo y los escucho meditar, voy como un indiscreto personaje que vagabundea por los confines de la vida personal, conservo los secretos que recorren los confines de una cama, rincones de alcobas y parajes sin predecir, me alaga cuando tratan de eliminarme, no soy ningún primer amor, en ocasiones creo que me confunden con cualquier otro señor, no seré el que pone la música cuando quieres bailar, solo soy el que guarda recuerdos, soy tal vez un regalo de dios, doy fe de vida, vida al por mayor, me conoces y me quieres olvidas, sin más, salto nuevamente y doy vida, te remuevo en tus pensamientos, me aproximo nuevamente a ti, aunque mi cuerpo es de pequeñas proporciones, puedo parecer miserable pero no lo soy, soy también vida, como la tuya, vida, soy vida, como otra cualquiera, no me mofo de nadie, quizás puedo palparte el trasero pero no te hecho a patadas de ningún lugar, quizás mi santa madre pudo ser otra caminante, pero yo a mi edad los tengo muy escogidos, no busco piedras filosofales ni tengo grandes aspiraciones, me enfrento a temores que no son míos, según el gusto de cada cual, la noche puede ser ideal, puedo ser abogado, periodista, medico, fotógrafo o tener cualquier profesión, he sido testigo fiel de discusiones, alegrías, pasiones o penas personales, ya lo puedes ver no me agoto de ser quien soy, un personaje de esta vida y nada más, no le puedo seguir preguntando al mundo por qué y por qué, una sombra en la pared es el día de ayer, me sumerjo y te vuelvo a acariciar, te pellizco o te puedo morder, es mi mundo, una sobredosis de pinchazos, no te lo puedes imaginar, eres una princesa o tu amigo quizás un galán, no les tengo miedo aunque traten de cazarme en su desesperación, me voy con mis historias y secretos a otros lugares, de un salto escapo y me busco otro amigo fiel, un perro cualquiera, mi nuevo transporte pudiera ser, quizás donde me llevará, a otro lugar mis historias y secretos puedo llevar, total una simple pulga a quien le puede importar.
Adonis Palomar.
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