martes, 14 de junio de 2011
EL CANSANCIO DEL GUERRERO
El cansancio de un guerrero, se hace visible después de mil batallas, lucha y da un golpe tras otro, sostiene murallas y vuelve a golpear, nada importa, sabe que es el protector, el custodio de la existencia de su núcleo, ellos, todos ellos, los suyos, son su vida, son su propia existencia, el invencible espíritu que va tras la victoria seca el sudor y espera por el próximo combate, el tiempo se toma su revancha y acorrala al combatiente, es la hora de enfrentar otro desafío, el que pone la vida ante sus ojos, el que dicta las leyes y las normas en la larga existencia, es hora, nuevamente tienes que luchar, una voz a lo lejos le indica que es el mejor celador que puede tener una mujer y los suyos, el mira al destino y enfila nuevamente al combate, no sabe cuanto durará su fortaleza, en momentos parece decaer y la derrota lo vuelve a tentar, se nubla su mente y no sabe si podrá continuar, la duda se acerca y tiende su mano para llevarlo por un camino infernal, donde estás, donde te escondes, maldita victoria cuando has de llegar, una lucha eterna no se puede llevar. Otra vez, el cansancio nuevamente está, la amargura de no poder llegar, hasta cuando se puede aguantar, el dolor ya no importa, es el alma la que parece estallar, sin ninguna razón se oye un grito de desesperación, una espada, una lanza o un fusil, da lo mismo, el arma no se puede medir, en la lejanía los sones vuelven a resonar, la noche cae y es hora de descansar, pensamientos que vuelan para la mente reordenar, el silencio ayuda al relajo y a meditar, el cuerpo cae y se posa en suaves brazos de una mujer, la tibieza es maternal, el fuego es pasional, ella entrega lo que el luchador anhela de su amada universal, mientras las caricias a de recibir, su alma muy alto a de llegar, un momento de tregua es parte de la escena que debe vivir, sin esa humilde y sincera verdad, sin esa compañera incondicional, el guerrero no podría caminar, es el valor y la fuerza que recibe en el momento de la pausa antes de la batalla final, el noble luchador tranquilo puede estar, ella vuelve a su hombre a cuidar, no le importa desvanecer, total sabe que mañana él su vida por ella puede dar, son uno en una sola unidad, el nuevo amanecer da nuevas fuerzas al simple mortal, pareciera que la dulzura de su fiel compañera en inmortal lo hicieran parecer, el pecho, de frente nuevamente dispuesto está, es la hora de volver a gritar, el ruido y las luces de la gran ciudad parecieran todo revolver, el camino a lo lejos se ve, pareciera no importar, las fuerzas renovadas están, por ellos es hora de volver a luchar, el guerrero dispuesto esta, da lo mismo con quien se debe combatir, él sabe que lo suyo debe defender, dispuesto nuevamente esta, levanta la vista y vuelve a la realidad, es hora de combatir, una nueva batalla debe enfrentar, la vida es así, total que más da, cuando el cansancio otra vez lo vuelva a vencer, él sabe que a su hogar puede volver, el guerrero mil batallas puede dar, y si tiene que morir, por una causa justa debería ser, vuelve la mirada y se apronta a partir, la turbia sociedad lo vuelve a llamar, el no demora el caminar, sabe bien porque debe luchar, ya la noche volverá a llegar, y la cuna de su amada volverá a encontrar.
Adonis Palomar.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario