Cuando nos llega el aire fresco, el alma respira profundo, el espíritu se regocija y el corazón palpita tu recuerdo, camino a paso firme mirando el presente y con mayor fuerza el futuro, te miro sin que te puedas perder, la música del agua, nos enseña a correr, nos enseña a querer, a fecundar y a conocer, sin que nada se pueda perder. Dale por la vida sin que nada te pueda dañar, dale y déjala correr, ese que es amigable, sin que te puedas dar cuenta que corre como un manantial, ese es el hijo de nuestra creación, en un grito de gozo, te vuelvo a sentir, te tomo tus pechos y suspira mi corazón, cuanto pasa ese aire que me da el respiro para ver esas cometas que vuelan en lo alto, por ese grito amigable, de mares y flores, montes y pájaros raros que no existen pero revolotean en medio del agua cristalina. Ese es el hambre, ese que se siente sobre los laberintos, hambre que recobra los dulces recuerdos de la dulzura, ese que arroja los tiernos e innegables pensamientos, donde la corteza de los conocimientos se hacen profundos, y solo veo los tigres de la ilusión, y vuelves a mi lado, donde yo animal familiar, furioso pero dulce para protegerte y acurrucarte, donde el sonido de las gotas cantan el presente y todo el furibundo futuro. Llega nuevamente ese aire que refresca mi mundo y el de los demás, ese que me da un nuevo respiro, ese que me hace mirar la noche con un fuerte estremecimiento, ese que me da tu clara silueta, ese que cuando duermes te muestra clara y trasparente, aire del rocío fresco de la madrugada, ese que moja a esa risueña golondrina, que de puntillas escapa de las manos del arcángel, esas libres gotitas del rocío matinal, como una dulce compañera que me dice al oído, eres mi ventana que me deja ver el horizonte, para que decir si el mundo entero calza con aquellos que corren sin sentido, y miramos nuevamente la apacible madrugadas que nos da energías para emprender una nueva jornada en la ruta de nuestro corazón. Ese es el aire fresco que nos marca nuevamente como un nuevo y majestuoso día, que con el sonar de los cascabeles y la llama de la fe, nos indica que tus ojos y el perfume de tu piel, es la senda de la seda, que nos hace olvidar el drama y el dolor para montarnos en el carrusel que nos llevan con dos boletos al mundo que airosos buscamos, ese es aire azul que nos da el soplo que necesitamos para dar el salto a la magia de nuestra vida.
Adonis Palomar.
...y es tan simple a veces acercarnos al fogón del hogar, refugiarnos en su calor, sentir la calma, y la paz tras una jornada intensa en el mundo exterior,,,dejarse ir y disfrutar junto a esos dos seres, parte de ti y de mi, que son el mayor regalo que la vida nos ha dado... es tan simple,,, y a veces se torna invisble cuando nos dejamos llevar por las fauces de una realidad no real, de un mundo contaminado por las mentiras, el egoismo, la individualidad,,,espejismos... Pero, al final, hay una fuerza mayor que nos lleva nuevamente al centro, a reunirnos al alero del fogón...iluminados, tibios, protegidos, unidos. Sólo hay que cuidar que esa llama se mantenga viva... pero eres su mejor celador,
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