La tragedia vivida en Haití, es una suma de dramas que enseña a la humanidad el verdadero significado del dolor. Luego del terremoto que sacudió a esta maltrecha tierra, muchos lamentaron los hechos ocurridos y culparon a la naturaleza por castigar tan duramente a esta tierra. Viejos, jóvenes y niños recibieron el duro castigo, en los momentos más dramáticos de la tragedia el caos era total, podemos imaginar que el dolor que deambulaba por cada rincón de la ciudad era dantesco, las imágenes daban cuenta de la magnitud de la tragedia. Las palabras pueden ser pocas para describir cuan grave es la situación en este país, pero apartémonos un poco de este momento, que tenemos antes del grave sismo, una sociedad olvidada, un país al borde del infierno, un grupo de seres humanos que suplica por un poco de compasión, la vida parece ensañarse con algunas personas, no siempre podemos culpar a quien está mas a mano o a quien parece mas justificable. Haití es un claro ejemplo de lo que vemos diariamente en nuestra sociedad, ignoramos el dolor que se vive diariamente, ignoramos el verdadero sentir del ser humano, ignoramos cuan débil y frágil somos cuando la vida nos deja al azar, ignoramos que todos vivimos en el mismo planeta, tenemos las mismas necesidades y reclamamos los mismos derechos. Como podemos culpar a la naturaleza cuando los hombres y mujeres de este mundo somos tan egoístas y no entregamos un mínimo de lo que el necesitado pide. No debemos esperar que las tragedias naturales nos obliguen a darnos cuenta del drama que viven muchas personas en el mundo actual. En nuestra sociedad quien tiene una vida apacible o simplemente normal, no logra darse cuenta que el mundo tiene muchas realidades, no tenemos tiempo, no tenemos interés, vivimos insertos en un mundo de consumo, simplemente la vida es muy personal. Mientras no somos los afectados de una tragedia o un drama, no nos permitimos bajar al grado de la humildad, somos soberbios y no reconocemos el grado de responsabilidad que tenemos en los dramas del mundo actual. La sociedad moderna a llevado a los hombres y mujeres, a perder de vista cuan importante es agradecer por el bien que te brinda la vida, en la actualidad no valoramos las simplezas del diario vivir, no vemos la verdadera felicidad que tenemos en nuestras manos, vivimos sin saber lo que es la verdadera vida. Haití es un claro ejemplo de la sociedad actual, el drama existió siempre, no lo queríamos ver, la naturaleza nos despertó para recordarnos cuan egoístas y pequeños podemos ser, tenemos todo para ser felices y no lo logramos ver.
Adonis Palomar.
Adonis Palomar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario