Un articulo que leí días atrás se refería a lo difícil que es actualmente mantener las relaciones de pareja, El filosofo español Tomás Melendo, comentaba que a raíz de diferentes estudios que en la actualidad se hacen en diferentes lugares del planeta, se a podido comprobar que en los temas del corazón se debe ocupar también la cabeza, Chile esta ubicado entre los países con mayores tasas de rupturas conyugales en el mundo, de acuerdo a esto, este amigo de los sentimientos daba algunos consejos para quien los quiera tomar. En la actualidad muchas personas son excesivamente centradas en el yo, lo que hace que sean incapaces de conjugar el nosotros y soñar románticamente con un proyecto común. Una empresa como el matrimonio es difícil de manejar, por lo que sus integrantes, referido específicamente a la pareja, debe estar muy clara en el camino que toma y tener plena conciencia de las dificultades que les espera para el camino que viene. Lograr un matrimonio feliz no es fruto del azar, sino el resultado de lo que ambos hayan sabido construir día tras día, se debe aprender juntos a superar diferencias y sacar provecho de las dificultades. Este filosofo sostiene que “aprender a amar es la gran aventura de este mundo”, dentro de las simples recetas existen detalles simples que generalmente no se aplican, cada día hay que dedicar unos segundos a ver que detalle especial se puede tener hacia la pareja, lo importante no es que sea nuevo todos los días, lo importante es que con estos actos lo que se renueva es el cariño, y llega un momento en que se hacen un hábito en el sentido positivo. Es fundamental dejar un tiempo diario exclusivo para estar con la pareja, estos momentos de encuentro y conversación son para quererse de manera expresa y directa. Es necesario establecer un orden en los amores, las ideas, lo material y el uso del tiempo. “Si la pareja es lo primero, siempre vas a anteponer tiempo para ella”. Otra cosa de importancia según Melendo, es que las diferencias del otro hay que acogerlas y fomentar su manera de ser, se tiene que asumir las limitaciones del otro, ya que todos los seres humanos las tenemos, los defectos reales son aquellos que hacen daño al ser querido y a quienes están a su alrededor, no aquello que a mí no me gusta.
En la vida sexual, amar significa estar pendiente más del otro y de sus ritmos que de uno mismo, todo lo que hago con mi mujer, por el hecho de ser mi mujer, procuro no hacerlo con ninguna otra persona, Melendo menciona esto por el caso de “evitar abrir la puerta a momentos de intimidad con personas del sexo opuesto que puedan llevar a que acabes haciendo algo que no es adecuado, con la pareja se viven momentos buenos y malos, si se comienza a compartir con otra persona sólo momentos felices, no sólo se cae en el engaño a la pareja sino también en un autoengaño. Una de las mejores formas de amar al otro es hacerle fácil el que me quiera, eso pasa, por ejemplo, por pedir perdón si se cometieron errores y por estar disponible cuando el otro te necesite. Finalmente este filosofo hace una reflexión, si quiero ayudar a mis hijos a crecer, debo querer a mi mujer o a mi esposo, es un principio metafísico, si los hijos son fruto del amor mutuo, su crecimiento también es fruto del amor, la educación sexual de los hijos no es la información, sino el modo en que ellos ven como se tratan los esposos, demostrar que sus padres se tratan con amor y son prioridad el uno para el otro es la forma de obtener resultados exitosos para el futuro.
Adonis Palomar.
En la vida sexual, amar significa estar pendiente más del otro y de sus ritmos que de uno mismo, todo lo que hago con mi mujer, por el hecho de ser mi mujer, procuro no hacerlo con ninguna otra persona, Melendo menciona esto por el caso de “evitar abrir la puerta a momentos de intimidad con personas del sexo opuesto que puedan llevar a que acabes haciendo algo que no es adecuado, con la pareja se viven momentos buenos y malos, si se comienza a compartir con otra persona sólo momentos felices, no sólo se cae en el engaño a la pareja sino también en un autoengaño. Una de las mejores formas de amar al otro es hacerle fácil el que me quiera, eso pasa, por ejemplo, por pedir perdón si se cometieron errores y por estar disponible cuando el otro te necesite. Finalmente este filosofo hace una reflexión, si quiero ayudar a mis hijos a crecer, debo querer a mi mujer o a mi esposo, es un principio metafísico, si los hijos son fruto del amor mutuo, su crecimiento también es fruto del amor, la educación sexual de los hijos no es la información, sino el modo en que ellos ven como se tratan los esposos, demostrar que sus padres se tratan con amor y son prioridad el uno para el otro es la forma de obtener resultados exitosos para el futuro.
Adonis Palomar.
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