martes, 31 de mayo de 2011
UN ERROR PARA APRENDER
Quien no ha cometido un error en la vida, quien no ha justificado ese error, errores son faltas más o menos graves que un ser humano puede cometer, caminar por los diferentes recovecos de esta espesa y muchas veces confusa zona de la existencia humana es difícil, errar es un derecho de todos, rectificar esa falta es una obligación personal. Miro desde lejos como mi figura se confunde entre las rocas y pastos de la montaña, no solo yo camino buscando explicaciones, muchos lo hacen, otros más simples, solo viven en medio de algo que es y lo que debería ser, tal vez eso es el error, la falta de color donde todo es blanco y negro, la falta de música en medio del silencio, la falta de un cuerpo cálido en medio de la fría mañana, será ese el error, la falta de silencio en medio del furibundo ruido, la falta de la oscuridad en medio de la inmensidad de la luz, será ese el error, la abundante seriedad confundida con la abrumadora sonrisa, el intenso amor reflejado en el odio profundo, donde está el error, quien comete ese error, el error del simple hombre y la simple mujer, tratar de subir por una escarpada montaña de conflictos de vida, es tan fuerte y generoso como el error cometido por ella y el, debemos comprender si la falta es válida o esencial, que debemos decir, que debemos hacer, esperar para curar, esperar para corregir, esperar para vivir, -ese es el error-, la vida camina, la vida corre, la vida va, una y otra más, no sabemos cuantos errores deberán venir, cuantos más se deben equivocar, cuantos más deben perdonar, el error de la vida no se sabe medir, el error es parte del trozo de pan, el error está allí, donde tú lo puedes mirar, donde el sol sale para abrigar, o tal vez para iluminar, o tal vez para adornar, o tal vez para errar, no podemos dimensionar, el error es parte de la vida que nos a tocado vivir, el error está dentro del que vive sin darse cuenta para que vivir, cual es el error, suena y retumba en los tambores de la melodía del día y la noche, y vuelven a sonar, tambores y flautas se juntan con el violín, el pincel y el papel, el hombre y la mujer, danzan sin saber si el error se debe cometer, es la vida que vivimos y volvemos a vivir, salta y danza como lo hace un bailarín, vuelta y vuelta se suelta la mano y el alma busca el perfil, mandolinas sinceras por rieles del sueño quisiera sentir, las cuerdas se estiran al ritmo del trueno, la lluvia y el sol, se escucha el canto y la música opaca el error de la dulce muchacha que cuida el sueño del hombre en el redil, volvemos a errar, otra vez el error es sueño y realidad, así debemos vivir, escucha la música, el silencio es dulce y el grito también, errar es propio de quien vive en la simple realidad, juntos debemos corregir, toma la mano, es bueno mirar, el error es tuyo y mío también, el viento puede soplar, las faltas deben acabar, debemos aprender, errar, de algo nos debe servir.
Adonis Palomar.
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