miércoles, 31 de marzo de 2010

LLEGA SEMANA SANTA


Llega Semana Santa, un nuevo fin de semana largo, para muchos la oportunidad de salir fuera de Santiago, una oportunidad para descansar, una oportunidad para arrancar de la vorágine de la gran capital, una oportunidad para que las cadenas hoteleras lancen sus mejores ofertas para el nuevo feriado. La sociedad actual ejerce una fuerte presión sobre sus componentes, el trabajo, los compromisos sociales, y todo cuanto demanda la maquina de producir, es un esfuerzo que bien merece un descanso en el ser humano. Todo en la vida debería tener un cierto grado de equilibrio, pero lamentablemente, en el mundo actual, nuestro mundo, la cosa no se da siempre de esta forma. Se vienen a mi memoria días vividos hace muchos años atrás, recuerdo que cuando llegaba Semana Santa, todo era distinto, las radios tenían una programación especial, música adecuada a la ocasión y mensajes de reflexión, la televisión hacia algo parecido, las personas dedicaban gran tiempo al descanso sin grandes jolgorios, en algunos hogares se conversaban temas valóricos y de una proyección humana en la familia, la iglesia proponía programas que llamaban a meditar sobre el hombre, la mujer, la familia y la sociedad, en fin, eran otros tiempos. A que viene este recuerdo, simplemente a volver a poner en la mesa la discusión sobre la liviandad y el poco compromiso social con los valores y los pensamientos constructivos en nuestro mundo. Hoy, ningún medio de comunicación, muestra un gran interés por los valores humanos y la construcción de una sociedad alejada de pensamientos negativos para los individuos, cada cual actúa bajo sus propios intereses, los que pueden ser económicos, políticos o de otra índole, el caso es que se hace difícil encontrar un verdadero interés por el ser humano. Hombres y mujeres, permanecen insertos en una sociedad que les marca y les maneja de acuerdo a como se mueve esta sociedad de libre mercado, esta sociedad alejada valoricamente del verdadero sentir humano. La Semana Santa, es un buen ejemplo de lo que muestra el mundo actual. Demos un respiro a nuestra alma, demos un espacio para la reflexión y el reencuentro con nuestro yo, no sigamos con el egoísmo que nos consume día a día.
Adonis Palomar.

lunes, 22 de marzo de 2010

UNA TERAPIA PARA NUESTRA SOCIEDAD






















Hoy salí a caminar sin rumbo fijo, como lo hago habitualmente, llevaba algo más de una hora de tranquila caminata, cuando de pronto sentí una alegre y contagiosa música, un grupo de personas con diferentes disfraces bailaba e invitaba a los transeúntes a unirse a su pequeño carnaval, sin mediar pregunta alguna, saque mi pequeña cámara fotográfica y empecé a inmortalizar lo que estaba viendo, ellos al percatarse que yo los fotografiaba, trasladaron su festín a mi lado, antes que me diera cuenta, me vi rodeando por los bailarines, saltaban, reían y jugueteaban al ritmo de la música, me anime y seguí su ritmo al mismo tiempo que seguía sacando fotografías, esta situación se repitió por varios minutos, los transeúntes que a esa hora circulaban por esa avenida se detenían a mirar lo que ocurría y algo desconcertados buscaba alguna explicación a tan rara situación, unos se preguntaban, ¿que están celebrando?, otros solo reían, unos cuantos se aventuraban a dar rebuscadas explicaciones, el caso es que poco a poco se fue reuniendo gente, la que intentaba seguir el ritmo con palmas y cantos, cuando pasaron algunos minutos, la comparsa se traslado a otro lugar donde siguieron alegrando a los extrañados caminantes. Después de aproximadamente cuarenta minutos de compartir cantos y música, el grupo se detuvo a un costado del parque por donde pasaban en esos instante, meditaron algunos minutos, compartieron pensamientos y realizaron algunos ejercicios de relajación, posteriormente a esto, conversamos y nos conocimos un poco. Era un grupo de personas que participa en un taller denominado “terapia payaso”, los integrantes eran varias profesoras, una psicóloga, un sociólogo, una monitora del taller de terapia de relajación, el encargado del taller “terapia payaso” y un cantor callejero que fue invitado a unirse a esta ingeniosa experiencia, la idea era mezclar técnicas de terapia de relajación con acciones jocosas y divertidas de los payasos, en esta oportunidad se les ocurrió la ingeniosa idea de compartir sus experiencias con los transeúntes que a esa hora caminaban por una calle cualquiera, los resultados fueron asombrosos, la sorpresa, el entusiasmos y la participación que causo en las personas sobrepaso lo esperado. Luego de compartir unos minutos se dio por finalizada la jornada, en forma conjunta sacamos como conclusión que a nuestro mundo en verdad le hace falta desconectarnos verdaderamente del sistema en que vivimos, estamos insertos en una maquina que produce trastornos y seres amargados, la felicidad esta oculta y nuestra sociedad no logra disfrutar de los pequeños detalles que hacen que el amor sea la prioridad numero uno de las personas.
Adonis Palomar

martes, 16 de marzo de 2010

EL PEQUEÑO ZAFRADA


El pequeño zafrada, victima inocente del pasado último terremoto, refleja cuan débiles son los seres humanos ante cualquier catástrofe natural, pero frente a este desafortunado desastre, podemos ver de igual forma que no solo la indefensión existe por obra de la naturaleza, vuelvo nuevamente a un tema que me motiva indefinidamente, cuantos “zafradas” tenemos en Chile que pasan por difíciles momentos, y que no fueron victimas de un terremoto, me preocupa enormemente la situación de los numerosos damnificados en el sur de nuestro país, pero mas me preocupa la situación en que viven miles de niños en todo nuestro país, victimas de la pobreza, victimas del mal trato, victimas de las numerosas familias desarticuladas, victimas de un sin fin de problemáticas que nos presenta la sociedad moderna, creo que la mano de la madre natura, solo nos hace recordar que no debemos esperar los diferentes desastres naturales, para tener presente que la vida moderna nos muestra diariamente problemáticas tan dramáticas y catastróficas, que la preocupación y la ayuda, sobretodo a los niños, debe ser permanente y duradera en el tiempo, no olvidemos cuan pequeños somos los individuos, pasada la problemática de un desastre natural, volvemos a la agitada y convulsionada vida diaria y olvidamos que la vida sigue teniendo muchos y mas graves problemas que un desagradable terremoto.

Adonis Palomar