lunes, 25 de junio de 2012

SOMBRAS DE LA NOCHE

En medio de la noche deambulan las sombras del dolor y la alegría, el frio cala los huesos y el fuego que mueve sus agitados brazos, se hace parte de la vida nocturna, una que otra fogata, serpentea entre los pasos que damos por las húmedas callejuelas de la Vega Central, de entre las sombras emergen las frágiles figuras de hombres, mujeres y niños, que hacen de estos fríos rincones sus hábitat permanentes. ¿Que hacemos aquí?, nos miran con curiosidad, un gran grito de silencio lleno de desesperación, explotan las suplicas y los agradecimientos, son ellos, los personajes de la calle, esos que han hecho de su vida un sufrimiento en medio de la sorda sociedad, estamos frente a la realidad, frente a seres que sienten y viven como todos, pero que la inexplicable existencia niega la justicia social, miramos fijamente a sus ojos y escuchamos sus relatos, distintas realidades en la pobreza humana, dejamos correr nuestros sentimientos y nos abrazamos con los personajes de la noche, pareciera ser que ellos solo quieren un trozo de pan, una vieja manta y un abrazo cálido y verdadero. Entre palabras y sonrisas, bajamos algunos paquetes, empezamos a repartir lo que para ellos pareciera ser un tesoro, el aire fresco de la noche se mescla con los porotos calientes, el té, el café y los sándwich, todos saborean lo que tal vez sea su único alimento por muchas otras jornadas. Ya es hora de partir, otros lugares de la gran ciudad esperan por otra ayuda, mientras camino, a lo lejos veo a las sombras de la noche volver a sus fríos rincones, un furtivo pensamiento se viene de pronto a mi mente, “no cuesta nada tomarse un tiempo para dar, la vida es demasiado corta para ser egoísta”. Adonis Palomar