viernes, 29 de julio de 2011

CARTA PARA DESCANSAR


Cuando falte sangre, cuando falte aire, una carta podrá llegar, traerá noticias de un mundo que siempre estará allí, lleno de vida, lleno de pensamientos que anónimamente saltan mirando el eterno horizonte, los comediantes que nada saben de la amargura extraña, dibujaran historias que logran planear una interesante verdad, así amanece el día siguiente, en esta historia podemos ser uno de aquellos, esos que ríen, esos que gritan, esos que caminan, esos que miran la vieja cabaña que está en la memoria de ellos, esos que al volver la mirada recuerdan el canto del viejo jilguero, el pequeño gorrión que llega de la nada y revolotea con sus escasas plumas, esas cosas son las que volvemos a ver y a oír, la mañana de descanso está de regreso otra vez, un secreto llega de lejos en la vieja carta del fin de semana, cuenta tiempos de rosas, de leche caliente y tostadas con mantequilla, el viento sonríe y arrastra la carta que esperan todos al finalizar una nueva jornada, bien aventurados esos que sufren emociones fuertes, todos esos que son informados cómo va la cosa, esos que buscan la manera de brindar por que llega nuevamente el día del descanso junto al viejo ciruelo, a paso firme amamos los mismos recuerdos, esos que nos hacen mirar por la vieja ventana, se cuela de contrabando la niñez de los amores enanos, la risa y el llanto, el cabro chico que se pone el calcetín, el perro que ladra y el agua hervida lista para él te o el café con leche, tiempos pasados, tiempos presente, da igual, es la carta que nos hace mirar la senda que está en cualquier lugar, cartas que solíamos enviar, cartas que solíamos recibir, alimento para el corazón, alimento que nos hace ilusionar, alimento de una mañana que nos hace respirar, juguetea con nuestros días de primavera, mañanas de descanso, una melodía que viene del mar, ella no se puede equivocar, sea la hora que sea, todo da igual, es otro fin de semana que está por llegar, del sur, del norte o de la zona central, no podemos dejar que se esfume, es la historia de la carta que nos suele llegar, mientras estemos todos juntos que nos puede importar, es la magia de un nuevo descanso que la carta del recuerdo nos vuelve a recordar.
Adonis Palomar.

miércoles, 27 de julio de 2011

EL TIEMPO DEL VIEJO CARLOS


El viejo Carlos, hoy me recordó que el tiempo en la vida tiene su tiempo, es el comienzo y el final, vacía puede estar la alforja, el camino va con la estrella que baja los recuerdos, amargos y también dulces, el caminante se aleja del inicio y toma la senda que lo conduce por veredas de azules y verdes esperanzas, el hombre miró tras su hombro, y vio como su caminar era una extensión grande de calores y de corazones tempraneros, volvió y ella estaba junto a él, es hora de tomarle su mano, de llevarla junto a mí, quiero apartar la tierra parte a parte, la miraré de frente y la besaré, es lo que no he hecho por largo tiempo, volveremos al arrullo de la reja, seremos enamorados nuevamente, es nuestra hora, el corazón me advierte que el tiempo que queda es para los dos, tenemos que hablar muchas cosas, el tiempo que paso allá quedo, es nuestra hora nuevamente. El viejo Carlos baja su cabezas, se ve pensativo y reflexivo, se ve como un auténtico príncipe azul, mas estirado que un maniquí, le miro y trato de entender como el tiempo va junto a él, el rio se ve turbio y él está decidido, se termina una etapa de su vida, es el viejo Carlos que mira como caminan los tiempos, es sabedor que el miedo no es compañero del que camina decidido, debe creer en sus deseos y marcar sus tiempos, el acaba de entender lo que muchos debiéramos entender, debemos aprovechar la llama en el momento en que el fuego está ardiendo con todas las fuerzas, es el tiempo que va y que no detiene su marcha, vuela como una canción que canta a todos, es como una carta que se lleva el viento a ninguna parte, no existe nada más bello que lo que logramos ver, aunque busquemos en nubes o arenas vanidosas, debemos aprender que si amamos, eso es aquí, camina viejo Carlos, es tu tiempo para recordar y para vivir, te miras y ves el camino recorrido, de lejos se ve más claro, nunca vuelve lo que ya paso, está en el recuerdo y te sirve para dar al caminar, es una idéntica fragilidad, puede que a muchos no les pueda gustar, pero la vida es como la ves pasar, tu vieja está allí, lo blanco y tú, fíjate, no sé si tienes más o menos que el de ayer, pero te guste o no, la vida junto a ti un buen rato caminó, como dices, es hora de seguir el paso que está allá, de incognito o de particular, gaste más o lo que tengas que gastar, es el tiempo que se ha de vivir, viejo Carlos, me has vuelto a enseñar, nada se tiene que perder, la vida es la vida y siempre tiene un momento para que vuelva a iniciar, lo que no debemos nunca olvidar, es que ahora debemos empezar, se debe declarar una nueva verdad, esa que garantice lo que siempre tenemos que vivir, el pasado, el presente y el futuro son tu vida y la mía por igual. Anda viejo Carlos, es hora de dar el paso final, tú aprendiste de la vida y sabes que el tiempo su tiempo ha de tener, no lo puedes desperdiciar, ella te espera hasta el final.
Adonis Palomar.

lunes, 25 de julio de 2011

MIRADAS CÓMPLICES


La distancia entre mis ojos y los tuyos un pequeño punto en el horizonte pueden ser, puede ser tan ínfima como el resto de la vida, esa que en el tiempo parece ser larga, pero la vida misma se encarga de mostrarte cuan corta es. Los espacios de ilusión, las ranuras de tristezas, las avenidas de alegrías, las cortas esperanzas, son como tu mirada y la mía también, son el alimento del día y la noche, caminan juntas para no perder la simple armonía. El espacio que marca el amor y la pasión, es como una mirada perdida en la bruma de una callejuela olvidada, estás frente a mí, no te has de engañar, te miro y te vuelvo a mirar, aunque mucho tenga que caminar, tus ojos no dejaran de gritar, estoy aquí no me puedes ignorar, la distancia es pequeña aunque el infinito nos pueda separar, tus ojos y los míos son cómplices aunque no lo quisieran ser, algún día pudieron sufrir, pero también supieron reír, ante ellos nada se puede ocultar, protegen todo lo que se puede mirar, es tu mirada y la mía también, cuando un día tu silueta las sombras quisieron esconder, mis ojos iluminaron el camino principal, sabiendo que tu mirada estaba en un rincón, nuevamente era la cómplice ideal, llovía y nada se podía ocultar, otra vez la distancia se vistió con ropaje otoñal, nuestros ojos se sentaron a mirar una nueva balada que esa noche se volvería a escribir, la vieja porcelana no era capaz de identificar todos los sentimientos, se puede ir la tarde y dejar una queja o un poema quizás , llueve y nuestros ojos se vuelven a abrasar, un dulce placer y un sueño en el tibio rincón, un paisaje se dibuja con las gotas de unas lágrimas que logran caer, la lluvia no termina su conversación, se pierde en un poema de dulce pasión, poema que oímos y también lo podemos ver, son nuestras miradas que se alejan de días grises y buscan la nueva primavera, buscan sueños, como jóvenes que corren desnudos por el pastizal, tus ojos y los míos, que poema vamos a contar, mirada distante, miradas cómplices que una mañana se vuelven a encontrar, la distancia pareciera no existir, no tienen lenguaje particular, escuchen la melodía de una mirada madura e inocente, son caminos que absorben el agua de madrugada, mirada, otra mirada más, se suelen multiplicar, ya no sé qué puedes decir, ni el tiempo ni la distancia impedirá que ellas vuelvan a bailar, cada una se sabe amar, son tus ojos y los míos, son miradas cómplices hasta el final.
Adonis Palomar.

viernes, 22 de julio de 2011

OJOS DE VERDAD


Miradas desde lo profundo, miradas de sentimiento limpio, pureza y sensibilidad de alma inocente, reflejos que marcan una pregunta a este mundo, cuando, cuando, me puedo ir tras una nube para poder pensar y volver a preguntar, es así, la inocencia de seres que ruegan y piden una y otra vez por ver una flor en el horizonte, ojos de inocencia, ojos de esperanza, ojos de verdad, sonríen en una simple callejuela, y miran nuevamente la simple realidad, no son como muñecas que mantienen el aire y fingen una sonrisa impuesta por una falsa realidad, ojos de verdad, sentidos de palmas y sonrisas del corazón, te tengo entre mis manos y pasan los días, y pasan los años, y pasa la vida, en cada calle, en cada valle, en cada sitio, el hombre con su mujer caminan presurosos en busca de sus ojos, esos que esperan en la vieja cabaña, las cuatro varas protegerán su descanso, ojos de verdad, son nuestros ojos, cien años pasan, son vida de ayer, es vida de siempre, empecinados buscamos lo sublime, me dejo llevar por la fuerza de sus miradas, sentidos en lo cotidiano, cada paso con lágrimas tristes y alegres también, belleza en los soplos de libertad, en el monte damos fuerza a los sueños de tiempos verdaderos, es cuestión de piel, es paradigma de un sonido del alma de un pequeño ser, ojos que impacientan el amor, ojos de verdad, llega el temporal de amor, ahí están ellos, mirando con su humildad, cargan con la libertad que le da el corazón, saltan con cualquier historia, y van trasmitiendo sus sencillas sensaciones, música y brincos de ojitos que rondan las locas siluetas de todos los vecinos, esos que en cada barrio rinden tributo a la vieja Marínela, esa que narra cuentos de dos y medio, hace brillar las bolitas en sus orbitas y reparte la marraqueta caliente a la hora del té, esa vieja que van queriéndola de verdad y con frenesí, saltan de gozo esos ringletes, soberanamente nuevamente los besaré, y oigo otra vez ese viejo trombón, ellos nuevamente estarán mirando al más allá, y de reojo al más acá, manojillos de contrabando, un aristócrata puede ser, mas, es mueca burlona, aun sabemos sonreír, demos todo lo que podamos, un niño, una ternura, unos ojos de verdad. Dejemos las necedades, es cosa de ver y no solo mirar, es más sencillo de lo que pueda parecer, es por aquello que un día dijimos, o tal vez creímos decir, yo no quiero que tengas ganas de llora por penas que partan tu corazón, yo quiero que llores por una dicha verdadera, que rías con el corazón de felicidad que mata, puede ser dos veces por semana o las veces que tú quieras, al final de tu mirada estarán ellos, llenos de pasión, llenos de coraje y sensación, llenaran tu alma con tu dulce mirada, el mar será como un cielo, la noche será como la mañana, se unirán como las estrellas, tu corazón será tu casa y el alma vera un nuevo porvenir, despertemos nuevamente y llevemos el beso que defenderá la risa de tu mirada, pasaremos la nueva frontera y volveremos a sentir el aire tibio, vuela niño, es la doble jornada, podemos estar satisfechos aunque no sepas lo que pasará, es tu dulce mirada, no existe nada más grande que unos ojos de verdad.
Adonis Palomar


jueves, 21 de julio de 2011

TORTOLA CEGADA


El sol o la luna, un brillante o una piedra suave del arroyo, da lo mismo lo que pueda ser, no pienso si el tiempo me atropella sin decir adiós, no es ingratitud, es la lejana compañía, no es que esté muerto el sentido de la sonrisa, no creas que todo se confunde, si durante el día el maestro refresca manzanillas, pensar, que pensar, es inevitable la lejanía, lo que es importante es lo que llevas en la mano y poco a poco lo transportas a tu corazón, que queremos en este mundo, que podemos querer, en momentos pedimos mucho, nada es suficiente, todo, todo, todo, corre el tiempo y enloquece el pensar, en momentos me consumen los cuatro jinetes, el tiempo es pervertido, se confunde y vamos en la carrera, de pronto la sonrisa aparece en un escaparate, bonita y arregladita te ves, doblo la esquina y pienso otra vez, una pedrada me ciega y vuelvo a hablar del incierto futuro, que deseo, un poema y una sonrisa de esa tórtola cegada tal vez, perdida en su visión por las lágrimas derramadas, es la princesa que va en el vuelo, pide volver a su reino feliz, está encantada, vive en la oscuridad y quiere volver a ver, todos debemos pedir, mucho para ella, poco para los demás, el tiempo enseña que el monte vuelve al campesino, es lo que el mundo pide para la humanidad, dejar la ambición y la deslealtad, reír otra vez, no se puede pelear y vivir a la vez, con los pequeños temas, los pequeños sueños, las pequeñas hazañas, los pequeños errores, es el momento, dar valor a lo que siempre quisimos, que queremos hoy, yo deseo poco, y lo que deseo lo deseo poco, es una simple lagrima, una lagrima de una tórtola cegada, que más se puede querer si todos pretenden pedir lo que puede ser imposible de lograr, es un secreto inimaginable, ella no pide ni quiere nada, solo quiere volver a ver, ver con el alma y el corazón, eso que tal vez nadie puede ver, es simple y sincera, salpica todas sus melodías y juega un mano a mano con la vida, sonríe como chica del barrio, es la simple tórtola cegada, princesa encantada, es la verdad que muchas veces esta negada, guarda el secreto de sol a sol, la podemos ver volar, gira y ronda por las dos caras, es un mensaje que junta besos de alegrías, trae vida nueva, una boca húmeda de sensaciones, son flores y alondras, rivales de sueños y verdades sinceras, no te derrumbes, ríete siempre, defiende tu risa, pluma por pluma, eres una tórtola cegada, pero la vida no permitirá que siempre sea así, aunque estés en la oscuridad, ves más que todos los demás, pronto esa luz que se cuela por la rendija del corazón, volverá a alumbrar, sin ti no se entiende el despertar, puedes reír de buena gana, tu hermoso vuelo todo lo inundará, el reflejo de esa nueva vida en princesa te convertirá.
Adonis Palomar.

martes, 19 de julio de 2011

CORAZON DE PAPEL


Soy un corazón de un simple mortal, siento, sufro y muchas veces suelo llorar, en ocasiones la verdad me suele envenenar, el tango me acuerda de rencores y penas que un día se pudo tener, un azote en el alma me empuja a correr, vivo amando sin poder entender, un eclipse me habla de su nuevo despertar, me muevo despacio para llegar al umbral, los sentimientos trato de ignorar, el mundo a mi puerta viene a golpear, sin reproches, sin el gran dolor, bajo los peldaños y te vuelvo a mirar, allí están, mirando sobre la nariz, es la vida que parece gritar, deja el tiempo correr, me dice que deje ya de bailar, pueden haber tiempos de soledades o quizás sea preferible reír, se me cae un zapato y miro el reloj, quizás vengan tiempos mejores, no sé si distantes de mí, ya da todo igual, soy un simple corazón, estoy sin nada en este espacio universal, muchas veces quisiera de papel poder ser, frío e impersonal, que solo pudiera grabar y nunca pudiera sentir, estar en el interior como un fantasma y nada más, quizás como un poeta en algún momento pudiera escribir, te diría que te quiero, te amo, aunque sienta el dolor, total seria de papel, amontonaría sentimientos y cariños a montones, la vida es así, muchas veces parece que se puede sangrar, pero no se puede olvidar, con disimulo podría mirar, y nada me podría afectar, quizás cuando el alma me pida hablar, yo simplemente la podría ignorar, de sobras sabría que ni la rabia ni el dolor me podrían inmutar, daría mil besos sin una gran preocupación, dormiría con todas ustedes, como un gran gato perdido en un pañuelo del gran familiar, la noche te podría mostrar, y el baile lo disfrutaríamos con una gran orquesta, con un café en la mano tal vez reiría, total un gran corazón de papel yo seria, me envenenaría de caricias y viento invernal, el amor de las manzanas caería como el abrigo de un camino que ni tu ni yo caminaríamos. Como quisiera ser un corazón de papel, no jugaría a la suerte del prójimo, escribiría sin saber si estas por allí, podría mirar al mundo como se jode a los que no están, vería desafiante como esas señoras buscan a sus caballeros andantes que no existen más, el piano y sus melodías me acompañarían mientras busco ese mundo que pareciera no estar, no está ella, no está el, ni tampoco los demás, uno cree de pronto que la venta de boletos es para todos igual, te dan ganas de llorar, se vive luchando y detrás de la puerta están las hojas muertas, el viento las arrastra de aquí o allá, parece que es una hermosa ilusión , pero no siempre es así, la vida es verdad y mentira también, gorriones presos y gavilanes risueños, guitarra y también canción, una luz de sábado o quizás de domingo, una ilusión que vivo sin pensar quien soy. Las claras tardes de un corazón real, no son las mismas que las de un corazón de papel, podemos parecer iguales, pero no es así, en un pedazo de cielo se puede repartir amor y también odio infernal, esos son secretos que podemos compartir, pero lo que sentimos nunca podrá ser igual, desnudos quizás nos puedan confundir, incluso cuando dejemos de respirar, el sueño puede parecernos igual, pero lo que puede sentir un corazón real, es fuerte y el dolor te puede matar, por eso en ocasiones preferiría sentir lo que siente un corazón de papel.
Adonis Palomar.

viernes, 15 de julio de 2011

ES HORA DE DESCANZAR


El viento sorprende al atardecer, llueve y llueve, se miran sin quererse dañar, yo pienso en ti y mi cara se vuelve a mojar, es rocío de fin de semana, silencioso con aroma a hierba seca, pongo rumbo nuevamente, ansioso por llegar, las nubes me piden brindar, el sol descansa estos días, y se ocultan todos los secretos, las estrellas escondidas en el firmamento, observan por el viejo mirador para ver si vienen días mejores, corro un poco más de prisa, trato de ir mentalmente lo más lejos que pueda, día distante y otro más, poeta de días oscuros y parajes sin colchones, nada tiene secretos a su alrededor, nadie lo diría, no sé si el ruido del viejo árbol es por su edad o por que se acomoda para ponerse a descansar, son días en que dan ganas de parar máquinas y reponer fuerzas, mas allá de la vida, todo tiene un poco de amor con olvido, yo te quiero y no sé qué hacer, tal vez sacas ventajas al conocer el pronóstico del tiempo que ha de venir, me escondo tras esas cañas, guardo mi amor para que otra tal vez lo pueda encontrar, el invierno me hace pensar en este atardecer, soy cantor de letras libres, que le voy a hacer, nací así y no te dejo escapar, pero también sé que te quieres ir, ya no te añoraré, otra vez tenemos que nacer, es hora de descansar, vuelve la libertad, sangro y vuelvo a gritar, sonrío al viejo árbol que se recuesta, trata de escuchar las gotas que caen sobre mi pecho, se oyen las azucenas, es el fin de otra jornada, se hará nueva carne, retornarán mis esperanzas cuando pasen los días de lluvias y lleguen nuevos amaneceres, generosos días de descanso, como perro echado en medio de una cálida cocina, um , el lunes será otra guerra fría, pero hoy no me envenenaré, disfrutaré de algunos besos que caerán bajo esas gotas de lluvia, la vida es corta y con un canto vuelvo a caminar, en el camino música vuelvo a escuchar, los caballeros y las señoras corren a protegerse otra vez, parece que todos a sus casa de prisa van, creo que el viento se vuelve a escuchar, será noche de agua, algo fría y solitaria tal vez, escribiré, en un papel mis pensamientos dejaré, la noche se entristecerá o tal vez con la lluvia jugueteará, junto a ella a la madrugada llegaré, cuando el cansancio me venza, el sueño mi compañero será, me apuro, es hora de parar, junto a las gotas que nacen nuevamente, vuelvo a mi hogar, ya no ruego más, el viento y la lluvia me indican que no siempre a la vida se puede desafiar, con tomates, tomillo y algo más, una copa y un pensamiento, es hora de descansar.
Adonis Palomar.





jueves, 14 de julio de 2011

CONFESIONES DE UN SER PEQUEÑO


Vagabundear entre sabanas y ropajes íntimos, entre pasillos y rincones, parecieran ser mis grandes motivaciones para vivir y rastrojear entre las personales vivencias de cada individuo, miro y vuelvo a mirar, acaricio y doy bola a musas y galanes de este y de otros mundillos, después de algunos habituales saltos y ejercicios varios, me siento en la esquina de una mullida cama, musito y balbuceo algunas palabritas y palabrotas, el tiempo pasa y jugueteo con ideas que trato de no olvidar, mi pasado y mi presente marcan un futuro de sensibles caricias, riesgos vitales en mi vivir y jugarretas en medio de la vida de mis potenciales víctimas, he vivido muchas jornadas en extraños arenales, he apoyado mi cabeza junto a una triste mueca, mientras estiro mis delicadas extremidades escucho un leve gemido, puede ser dolor, placer o cualquier otra sensación, es el día a día de mi extrema existencia, en un espacio de una nueva jornada, trato de lanzar un sensible pensamiento, que sería de mi vida si no hubiese sol, que sería de mi si fuera un perro y no lo que soy, no me siento esclava ni tampoco un caballero andante, no sé qué sería de mí, muchas veces he sentido la presencia de un ángel que mira como en ocasiones me tienta el diablo, mira de reojo como mi fe trata de escapar al igual como las olas escapan de la orilla de esa playa, me muevo sin reproches, pestañeo y miro el reloj que marca pasada las dos de la madrugada, trato de borrar una mueca de tristeza, me sumerjo entre las sabanas y veo a esa niña como acaricia a su hombre, se abrazan y dejan escapar un conjunto de sensaciones, luego me ubico en una esquina y recuerdo nuevamente mi pasado, que bonito es el cominillo en un pequeño pueblecito al norte de la nada, paro en numerosas estaciones, con frio o calor, con una sombra entre las hembras y los duros machos de cerros espigados, la luna llena alumbra la noche donde me ubico, me cobijo en camas o cualquier dormidero, con damiselas danzantes y otras que no lo son, vale que lloran sus ojos, yo también sufro, muchos creen que salto de personaje en personaje, pero no es así, me caracterizo por ser un personaje incómodo y saltarín, pero en mi interior llevo algo más que un pequeño cuerpo que acaricia a otros sin sentir, no atropello a nadie y digo adiós, trato de no llevar prisa, ya que la muerte está a la vuelta de un suspiro infernal, es difícil no romper el alma, disculpo la soberbia, dejo que canten en medio del amor, no tengo gran valor entre los humanos, pero los conozco tanto o más que ustedes mismos, sudan, se saludan y tratan de recordarse unos a otros, investigo entre sus intimidades, creo en unos y otros, los espero cada cierto tiempo y los escucho meditar, voy como un indiscreto personaje que vagabundea por los confines de la vida personal, conservo los secretos que recorren los confines de una cama, rincones de alcobas y parajes sin predecir, me alaga cuando tratan de eliminarme, no soy ningún primer amor, en ocasiones creo que me confunden con cualquier otro señor, no seré el que pone la música cuando quieres bailar, solo soy el que guarda recuerdos, soy tal vez un regalo de dios, doy fe de vida, vida al por mayor, me conoces y me quieres olvidas, sin más, salto nuevamente y doy vida, te remuevo en tus pensamientos, me aproximo nuevamente a ti, aunque mi cuerpo es de pequeñas proporciones, puedo parecer miserable pero no lo soy, soy también vida, como la tuya, vida, soy vida, como otra cualquiera, no me mofo de nadie, quizás puedo palparte el trasero pero no te hecho a patadas de ningún lugar, quizás mi santa madre pudo ser otra caminante, pero yo a mi edad los tengo muy escogidos, no busco piedras filosofales ni tengo grandes aspiraciones, me enfrento a temores que no son míos, según el gusto de cada cual, la noche puede ser ideal, puedo ser abogado, periodista, medico, fotógrafo o tener cualquier profesión, he sido testigo fiel de discusiones, alegrías, pasiones o penas personales, ya lo puedes ver no me agoto de ser quien soy, un personaje de esta vida y nada más, no le puedo seguir preguntando al mundo por qué y por qué, una sombra en la pared es el día de ayer, me sumerjo y te vuelvo a acariciar, te pellizco o te puedo morder, es mi mundo, una sobredosis de pinchazos, no te lo puedes imaginar, eres una princesa o tu amigo quizás un galán, no les tengo miedo aunque traten de cazarme en su desesperación, me voy con mis historias y secretos a otros lugares, de un salto escapo y me busco otro amigo fiel, un perro cualquiera, mi nuevo transporte pudiera ser, quizás donde me llevará, a otro lugar mis historias y secretos puedo llevar, total una simple pulga a quien le puede importar.
Adonis Palomar.

AVE DE ROSAS Y RODAJAS DE PASIÓN


Rodajas de pasión, suaves y tiernos pensamientos, un alma sin fronteras, un barco que navega en medio de la cordillera, y tú, un ave de rosas que me invitas a conocerte, estás en un rincón, en un papel, en una sonrisa, coqueta y de labios de vida, sabemos con certeza que el cansancio es de un soplo, en cualquier circunstancia se debe buscar la manera de comer perdices, la vida da un brinco para ser feliz, se puede amar y tener siempre un ahorro en el alma, ese que sirve para tener más y así dar la mano en los momentos de baja espuma, cada loco se puede disputar a las bestias del universo, cada quien es cada cual, bajemos las escaleras como queramos, soy partidario de todas las voces de la calle, de los barrios, los artesanos del alma, prefiero gritar hoy con fuerzas para palpar el fuerte suspiro que sube a lo más alto del espíritu, dejemos correr el cansancio y demos paso a la sonrisa que llevas en tu interior, miremos que hora es, ya que pareciera florece el horizonte, la mirada es como una llama de fe, sigamos la senda del algodón, ese que parece darnos un descanso en los momentos en que gritamos y pedimos vacacionar tan solo un minuto, no podemos sorprendernos si ese grillo que nos mira nos ofrece jugosas torrejas de una sabrosa piña de verano, yo mismo me transformo en el doméstico pelador de frutas, en medio de una desierta callejuela doy dos y tres cortes a esta magnífica fruta tropical, sutilmente la tomo y la recorro como si fuera tu magnifico cuerpo, sobre mi patinete la despeino y le saco su moño, la miro y suavemente empiezo a desnudarla, rodaja tras rodaja, ella, la amable piña otoñal, no opone resistencia, deja que la recorra suavemente, poco a poco va quedando con su delicada carne al descubierto, está madura y jugosa, es un manjar al igual que tu pureza de avecilla de delicados encajes de rosa, mi alteza está en un reflejo que se escapa de la palma del nenúfar, están unidas como un anillo de luz que acaricia el beso que llega al jardín frondoso, el meollo de la vida, estás y no estás, si les dejo les pierdo, les sigo a ciegas, te doy la razón y me salgo del rebaño, rodaja de amor, jugoso manjar, en medio del frio invernal llegan con el innegable calor de dos fantasmas sin prisa, es como un reflejo del sentido del agradable placer, cuando el cuerpo y el alma se suelen enfriar, nada es mejor que una fruta que vuela desde lo más tropical, no existe nada más bello que lo que nunca se ha perdido, no serás un ave de paso, no serás una fruta olvidada, no serás una fruta prohibida, serás una juventud presente, me conoceréis como un amante de frutas y aves de pasión, si algo de amor he aprendido, es que no es lo mismo quien anda que quien camina, la marea sube y luego baja, no tenemos que confundir valor y precio, eso es, ella es fruta y tu ave, puede que te guste o no, pero es la vida la que dice lo que tenemos en común, adoramos al sol, tenemos ganas de compartir, somos frágiles y de un gran corazón, ese que nos da inmensas ganas de amar, somos distintos también, tu sexo y el mío se miran y se atraen cuando es hora de llenarnos de oscuras intenciones, voy con mi traje de terrible colección, camino y pienso, que tendré que perder, una dulce fruta y una sensible avecilla, cual me conocerá mejor en este mundo, una venda en los ojos no me pondré, las veré claramente, una es fruta jugosa, la otra, hermosa, suave y con alas sensibles, me saben a dulzura, Rodajas de Pasión, Ave de Rosas, como las quiero, bailan como frágiles figuras de porcelana, son como dos vicios que dejan el tiempo correr, bailan y bailan, no marquen soledades, den brincos al cuello antes que nos pille la noche, sin soledades buscando verdades, corazón de rodajas y plumas, se funden en mis sentimientos, tendría tanto para contar, son las cinco de la tarde y pongo rumbo al horizonte, me embeleso con Rodajas de Pasión y tú, mi corazón de plumas, mi Avecilla de Rosas.
Adonis Palomar

miércoles, 6 de julio de 2011

SILUETA DEL PASADO


Un día una sorpresa, un día una palabra, una Silueta del Pasado, una pintura del alma, una figura del recuerdo, no te reconocí, el tiempo había jugado con nuestros pensamientos, parecías una nebulosa encantada, nuestras miradas transformaron el pasado en presente, te miré cuando detuviste tu caminar, tu voz pareció romper el silencio de la tarde, fue como un tenue gemido, sonreíste y trajiste a nuestro lado recuerdos de grato placer, tu figura que en un instante fue como una Silueta del Pasado, dio luz y calor al momento, nuevamente estas aquí, quizás solo unos instantes, quizás para siempre, da lo mismo, lo importante es que tu presencia es un sentimiento que no ha muerto. Caminemos juntos unos pasos, recordemos eso que acabas de decir, me invitas a viajar al pasado, me incitas a volver a momentos gratos, me trasladas a instantes ya olvidados, es como ver una vieja película guardada en un baúl, es hermoso recordar, es una verdad que no puedes olvidar, te paras de frente y tus huellas comienzas a dejar, el tiempo con espesas hiervas trata de cubrir el camino recorrido, pero como dijiste en un momento, lo verdadero no se olvida, lo importante no muere, lo que llevas en tu interior queda allí para siempre, puede dormir por largos periodos, puede parecer que ya está en el olvido, pero basta un crujido del alma, y el pasado está de vuelta, llega no solo con el dolor, trae también la alegrías, trae toda una vida, esa que tú ahora me recuerdas, con cosas simples y verdaderas, eres una Silueta del Pasado, te trasladaste al presente, llegaste sin avisar, miraste por la ventana y abriste el corazón, ahí estaba yo, sin siquiera saber que vendrías, fue como un soplo que llegó en el expreso matinal, Silueta del Pasado, disculpa si te había olvidado, pero un ser imperfecto tiende a perderse en la rutina de un día nublado, por suerte el destino se encargó de ponerlo todo en su lugar, ahora suena una música que acompaña nuestra charla y nuestro caminar, escucho tu relato y tus palabras suenan como violines al acorde de un piano singular, guardo silencio ya que no esperaba volverte a encontrar, respiro profundamente y doy gracias el poder recordar, mencionas parajes, historias, melodías y toda una vida que parecía ya no existir, que hermoso es poder recordar, sigo en silencio y nuestro viaje continua sin desesperar, por nuestro lado pasa la gente e ignora que estamos en un lugar donde ellos no están, es nuestro espacio, quizás sea pequeño y dure un momento inmortal, pero eso no tiene que importar, trajiste mil recuerdos que son más que una playa desierta en medio de una noche otoñal, por donde quiera que vayamos esto no lo podemos dejar pasar, en esta ladera nos sentaremos unos instantes a meditar, mientras el viento arrastra una melodía de Serrat, es como estar cerca del mar, la vida en estos instantes frente a nuestros ojos pareciera estar, ella no es un regalo que llega de los cielos sin que se deba valorar, está aquí y va junto a nosotros como un despertar, así es, Silueta del Pasado, llegaste para recordarme que cada quien es cada cual, cada uno da valor a la razón, a la fuerza y al instinto universal, prefiero el camino y el caminar que me haga meditar, disfrutaré estos momentos sin pensar, soy cómplice de cada locura de la razón, me cogiste con la fuerza de tus días, apretaste mi mano como si todo fuera a acabar, si te tienes que marchar y todo en una leyenda se tiene que transformar, colgaré de tus prendas un árbol de fantasías, para que en los próximos atardeceres no seas más una Silueta del Pasado.
Adonis Palomar.

martes, 5 de julio de 2011

HUMOS DE SORDOS E INOCENTES


Los humos y las gestiones, los sordos y los inocentes, van por los caminos que funden miedos y risotadas, se amontonan los del frente, los de acá y los de allá, unos más importantes que otros, los galardonados y los menos letrados, todos van por el mismo camino, se funden en la melodía de los que dan y los que quitan, son servidores de la misma tierra, no pecan menos que yo, que tu o aquel, naturales de cualquier lugar, vamos reclamando por muchas deficiencias más, respetuosamente digo, sírvanse tomar medidas, en nombre de mujeres, niños, hombres y otros que les ha tocado llegar a nuestro mundo, no engañemos más a ese que guarda a todos en su ser, son aquellas pequeñas cosas que llevamos en un papel, anotamos cuanto escuchamos o vemos, el viento arrastra acá o allá, no hace bien que lloremos cuando no se debe, la vida se hace como se debe hacer, si hablamos y nos pasamos factura y queremos pagar hasta las migajas, son triquiñuelas, bienaventurados esos que llevan su alma muy junta a sus nobles hábitos, en cualquier circunstancia por penosa que sea esta existencia, tratemos de comer perdices y blanqueemos la espuma, la nieve y la lana, así tu podrás dibujar una luna llena y una cálida cama, ven conmigo, un día va como se debe, empuja y dale otro más, caminemos y hagamos camino, no detengamos nuestro caminar, en ese lugar espera la voz del poeta que grita, dale más y dale más, un verso, una prosa, un jilguero que también quiere cantar, melodías de gotas de pintas del pincel que recorre el cielo y la mañana, no equivoquemos el pensar, en esa cumbre estarás, te buscaré al igual que el rocío busca la madrugada, al igual que ese niño que busca la fama sin saber cómo su manada va, aprende a fuerza de valor, como el encantado niño silvestre, corazón de chocolate, ronda la calle, mientras unos sirven lo que la noche esconde, ojos cerrados con la suerte de larga vida, búscame que vamos por la senda de pasiones y barrios de piel de manzana, sonrisa corta sin mucha prisa, no te tiemblen las manos, es la vida que buscamos en medio de la noche. Niña de flores y gloriosa fe, sube a esa nube que galopa como tú querías, es la magia que encuentras en el carrusel de esta vida, música que sorprende con un guiño, ese es el que ama, te guste o no, así se da esta vida, probablemente muchos no serán como cachorros regaloneados, probablemente sean más turbios los negocios que aquellos hacen, pero en esta granada vida vamos con toda naturalidad, do, re, mi y fa, suena mágica la voz del músico, vendita música de esa consecuencia, te miro y te repito nuevamente, deja todo y sígueme, es la mágica silueta que llama a mi ventana, bajaremos los peldaños cuando sea necesario, no debemos hacerlo cuando ya sea tarde, la vida camina y no pregunta si vas o te quedas, en el umbral de mi puerta está el mensaje que dejó el tiempo, no se debe esperar que llegue la neblina que envuelve todo, aprovechemos la fuerza y el calor que queda, torbellinos y tormentas existen, no debemos negarlo, depende de cada uno poder esquivarlos, la vida es real, no siempre es un sueño, debemos vivir, vivir ahora, vivir después, vivir siempre, no esperemos el momento en que tengamos que arrepentirnos de no haber vivido el momento adecuado.
Adonis Palomar

viernes, 1 de julio de 2011

SIRENA DE LA SOLEDAD


Sirena de la Soledad, te vas en un oscuro naufragio, te trato de atrapar antes que la marejada nos separe, instintos de un sueño irreal, entre las ramas de las olas, bailas y bailas, te reconozco como un corazón de plumas, te pierdes en un tiempo perezoso, llevo las alforjas cargadas de esperanzas y un tinte de triste de ilusión, el atardecer te refleja en las luces de una vida que acuna un rayo de luna, corre que corre en tu propia vida, me siento en la barandilla del otro lado de la vida, trato de ir no tan de prisa, nace la leyenda de un secreto que dibuja la fábula de la Sirena Blanca, anuncia que viene con tiempos mejores, pero ella no sabe si va en dirección del viajero caminante, se apodera del aire tibio del futuro , el sonido de su canto se mescla con el ruido del mar del norte, Sirena de la Soledad, conoces los sentimientos de mis sentidos, te asomas en medio de las confesiones de mi encendido corazón, te sumerges en la vida terrenal, quieres venir a vivir a mi lado pero no te es tan fácil, te quiero pero no solo te basta mi querer, eres mi Sirena de Soledad, el tiempo es la marca de la vida, el amor es la marca de la existencia, si quieres puedes saltar al mundo real, puedes seguir jugueteando por donde quieras que vayas, el llanto eterno es una pintura azul, como una noche oscura, el atardecer se acostumbra a la melodía que encandila, la ladera de la profundidad del mar enloquece tus sentidos, si quieres yo te demuestro mi canto y voy a ti, me sumerjo en tu mundo y viajamos en la profundidad del mar, la libertad será de ambos, mis ojos y mis manos, se proyectaran en las reliquias del árbol que aún tiene la vida, sangro, lucho y voy donde se pongan esas piedras, retornaremos al mundo nuestro, Sirena de la Soledad aún tenemos otra oportunidad en esta vida, muchachita de tristeza y felicidad combinada, te ves al espejo y me dejas rozar tu luminosa figura, podemos creer que nos puede matar el tiempo y la ausencia, pero si miramos el paso del tiempo, todo depende de nosotros, existen esas grandes y pequeñas cosas que formaron nuestra fuerte relación, si quieres te puedes transformar en un extraño ser de las profundidades, y te puedes marchar en medio de la oscuridad del mar, puedes mover tu suave y sigiloso cuerpo, de andar a nadar, es solo un amargo pensamiento, veré a lo lejos tu figura perderse, probablemente será la última visión antes que te pierdas en tu mundo, no diré nada más, tu sabrás si te conviertes en una princesa de este extraño mundo, o te marchas hasta las profundidades del mundo del mar.
Adonis Palomar.