miércoles, 6 de octubre de 2010

CUANDO VIVIMOS UN GRAN DOLOR…


Cuando vivimos un gran dolor, cuando la vida nos enfrenta a momentos de desesperanza, debemos fingir el llanto y hundirlo en el corazón, en esos momentos ahogamos nuestra pena y tratamos de mirar al frente confiando en el enigmático destino. Hoy, cuando vivo oscuros desgarros del alma, la vida se ha encargado de poner frente a mí un duro ejemplo de lo que podemos ser ante un indescifrable destino. En el silencio de la tarde, cuando trato de ahogar mi pena y trato de enmascarar mi dolor, el agudo sonido del teléfono remese todo mi interior, al otro lado de la línea se escucha una suave pero desgarradora voz, una triste y fulminante noticia amarga todo mi ser, son palabras que queman hasta lo mas profundo, se ha ido un amigo, se a marchado para siempre, dejó este mundo de la peor forma que puede irse un hombre de esta tierra, la vida lo marcó y el designio del destino oscureció su alma, trato de encontrar una explicación para justificar la demoledora noticia, nuestro mundo lo ahogó, nuestra cruel sociedad lo encaminó por los oscuros parajes de la desesperación, se enfrentó al muro de la desesperanza, cuan agobiado estaba en esta vida que no pudo sobrepasar la barrera de la esperanza, se cerró el camino a la solución de cualquier problema, ese que no importa cual sea, solo que crece y hace imposible ver la realidad con ojos de optimismo e ilusión. Amigo, te fuiste, te cansaste de pertenecer a esta cruel realidad, quitaste tu existencia de este mundo, no encontraste la salida, no encontraste la explicación a una problemática generalizada en nuestra sociedad, llegaste al punto máximo de la tolerancia de un ser humano, tomaste una triste, difícil y valiente decisión, solo tu sabias cual era tu verdad, no podemos cuestionar nada, solo puedo decir que tengo un dolor profundo, se ha ido un buen amigo, tal vez mi único amigo.
La vida debe continuar, así reza un dicho popular frente a los malos momentos que nos toca vivir, que podemos hacer frente a esta clara afirmación de la realidad, pareciera que nada, somos lo que somos y nada podemos hacer con eso, amamos y odiamos, es parte de nuestra existencia, diariamente buscamos la escurridiza felicidad, esa que pareciera jugar con nuestros sentimientos, como cuesta vivir, si, como cuesta vivir cuando se ama y la vida te niega la luz de una vida que parecía ser completa, hoy, cuando vivo momentos de desesperanza y desilusión, momentos de gran amargura, la vida me muestra un espacio de tristeza, valentía y verdad, muchas veces el hombre se entrega en cuerpo y alma, pero existen designios que nunca podremos explicar, esa es la vida, esa es la verdad, seguiremos caminando en busca de un día mejor, si nos encontramos de improviso con esa dama llamada felicidad, demos gracias a la oportunidad que nos brinda esta vida, ella camina desprevenida, no todos tendremos la fortuna de encontrarla y gozarla plenamente.
Adonis Palomar.